* Madrugamos, porque, queremos estar en la entrada a Los Tiles alrededor de las 9 de la mañana, hora conveniente para subir a los 4X4 que te acercan al inicio de la senda del nacimiento de los ríos Marcos y Cordero.
Llegamos algo después y aún será pronto, porque hasta que no se llena el vehículo no sale -lógico-. Las plazas son 8 y el precio por persona 15 euros, que no parecerán muchos cuando se haga el trayecto escalabrado de no sé cuantos kilómetros de pista y 45´ de duración, durante el cual habrás saboreado los incontables agujeros de la misma. Se puede subir en turismo, pero no es para nada aconsejable, por el estado de la pista y porque el recorrido, andado, acaba en la entrada a la Reserva de la Biosfera de Los Tiles, donde dejamos nuestro vehículo, no donde nos deja el todoterreno.
Por pies, empezamos a las 12h. Venimos preparados de linternas -absolutamente necesarias- y de impermeables -éstos no tanto, en realidad nosotros llevamos bolsas gigantes de basura- ¿Por qué? Porque hay que atravesar 13 túneles, al poco del inicio, túneles que se practicaron en la montaña para conducir el agua de los nacientes mencionados a los lugares de distribución.
Hemos llegado juntos, además de la pareja de ayer, algo más joven, otra más mayor que parece de Madrid y dos asturianos, muchachos jóvenes ellos. Un encargado del parque nacional toma nota del número de los que entramos y el nombre de uno de cada grupo, como referencia; nos advierte de lo que nos iremos encontrando, sucintamente, y partimos con sus bendiciones -es un decir-.
Los primeros túneles se atraviesan sin problema alguno, unos son más largos que otros y algunos entremedias disponen hasta de mirador; vamos llaneando, y al llegar al que hace el número 12 el estruendo del agua nos anuncia la necesidad de taparse, o al menos la cámara, si la tienes aprecio. Y efectívamente, el agua cae del techo a mansalva, y el que discurre por el suelo, que está canalizado, aquí va desbordado total, o sea: calzado mojado también. Con todo, es verano, no resulta en absoluto desagradable y sí refrescante -innegable esto último-.
62.- Nacimiento del río Cordero
* La vegetación que nos rodea es de altura, pinos, brezos, fayas y más adelante, helechos.
El último túnel lo pasamos a las 13h.30´. A nuestra izquierda continua la canal que recoge el agua de los ríos Marcos y Cordero. Del primero no se ve exactamente el nacimiento, sí la cascada en que se precipita, y algo más adelante, tras superar unos cuantos peldaños preparados -te advierten del número- que no son muchos, ves brotar de las rocas al río Cordero. El sabor estupendo y la temperatura lo mismo. Ésta será la única agua que veamos en todo el recorrido, así que, conviene aprovisionarse al máximo.
63.- Bajando por el barranco. Helechos. Blas
* A partir de ahí ya todo es bajada y en picado, en principio se discurre por un barranco, encontramos una pareja, deben ser madre e hija, menor de sesenta y de cuarenta años, respectivamente, la mamá va jodida de los pies, los dedos en bajada sufren bastante, si se tienen delicados más.
De una de las paredes por la que pasamos brotan helechos de tamaño no menor a los 3 metros, puede que 4, penden. Mi compañero a su lado se ve disminuido. A las 15 horas salimos del barranco y entramos en la laurisilva propiamente.
64.- Laurel y yo.
Reserva Biosfera Los Tiles
* Los laureles, las fayas y demás -que no distingo- aquí lucen espléndidos, en grosor y en altura. En un ensanche del camino nos paramos a comer, y allí nos quedaremos hasta las cuatro. En el entreacto nos han sobrepasado el matrimonio de Madrid, los asturianos y la hija con madre, que ya va más suelta ¡y contenta!. Los que abandonaron el día anterior, también deben haberlo hecho hoy.
65.- Vista desde mirador Observatorio Atmosférico
* Casi al final del recorrido encontramos un til de enormes dimensiones -un cartel indica su nombre- su grosor, en la base, equivale al de mi acompañante multiplicado por 7. Mientras esto escribo, estoy mirando la foto que los recoge a ambos. Sus raíces están clavadas en el suelo como garras. El suelo de la laurisilva recuerda, y mucho, al de los hayedos. Las hojas caídas toman un color similar.A las 17 horas estamos en la entrada a la reserva, junto al vehículo transitor. nuestro
66.- La Fajana, cerca de Barlovento
67.- Detalle, dcha. anterior. La Fajana
* Como es pronto nos acercaremos a las piscinas naturales de La Fajana, de las que me habló el matrimonio madrileño -ellos desconocían las de Charco Azul-. Están más arriba, pasado Barlovento.
Ambas zonas están magníficamente pensadas y realizadas. Recomendables para cualquiera, aunque, como yo, no sepa nadar.
El día siguiente, martes, lo dedicaremos a visitar la capital de la isla Santa Cruz de La Palma.
68.- Balcones típicos.
Casas de marineros.
Santa Cruz de La Palma
69.- Balcones típicos. Casas de marineros. Santa Cruz de la Palma
70.- Sede Uned. Pza. España
* De interés: las antiguas casas de los marineros, por sus hermosos balcones en madera pintada. Y, para mí, particularmente, la actual sede de la Uned, una casa de estilo no definido -ecléptico lo llaman- con hermosos balcones, puerta de entrada, ventanas y ventanucos, todo en madera, pino canario, supongo.
A las 16 horas, en Canarias, salimos de vuelta a Madrid.
Ver la Tierra desde el cielo tiene su punto.
PAQUITA
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