octubre 24, 2006

Precariedad Laboral y Vivienda Digna

Habían acudido a la Manifestación convocada sobre la Precariedad Laboral y por una Vivienda Digna. Son jóvenes y ven el futuro incierto ¿Tienen motivos para ello? Pienso que sí.
Haciendo una comparación con el caso que más cercano me queda -yo misma- veo que:
1º.- Llevan más años estudiando. Se supone, en principio, que su formación es mejor, tiene que ser mejor, por lógica, dando por hecho unos niveles de inteligencia similares -si no mejores- que es el caso, puesto que son sus hijos.
Es improbable que les satisfagan por su trabajo el equivalente al esfuerzo que han tenido que realizar para prepararse. Poco estimulante, de veras.
2º.- Cuando ella se metió en la aventura de adquirir su primera vivienda, año 1977, lo hizo a medias con su pareja, de manera que un sueldo de ellos iba destinado al pago de la misma.
Hasta aquí podría parecer igual a la situación actual, si no fuera por una diferencia abracadabrante -palabra que leí el domingo a Rosa Montero que, no es que la haya inventado pero, es de poco uso-.
Ellos, los padres, acabaron de pagar esa vivienda en el término de 8 años -la hipoteca era a 10- y el tanto por ciento que de sus ingresos tuvieron que destinar al pago de la citada vivienda fue: el 50 en los 3 primeros años, el 35 en el año 1980, el 30 en el 81, el 8 en los años 82 y 83 y un 20 en el 84, año en que liquidaron la hipoteca pendiente.
Actualmente, tardarían en pagar la misma vivienda 25 años, con el sueldo a día de hoy de la misma categoría profesional inicial suya.

¿Qué ha pasado para que la clase obrera haya sufrido este brutal retroceso?
¿En qué nos hemos equivocado?
¿En qué nos han equivocado?
¿Donde está la redistribución de la riqueza?
¿Donde está la riqueza?
¿Quién o quienes están coleccionando pisos?
¿Por qué se permite que haya pisos vacíos?
¿Si salieran todos los pisos existentes, y desocupados, al mercado de alquiler, no bajarían dichos alquileres?
¿Por qué no se hace?
¿Quien manda aquí?
¿Somos algo más que simples objetos de uso y consumo?
¿Pensamos?
¿Obramos en consecuencia?
¿?

Alguien, muy cercano, me comenta que, sin quitar validez a lo arriba expresado, los jóvenes de ahora no tienen el espíritu de sacrificio que tuvimos nosotros ¡Suena de algo! Y yo digo que, la base de la que parten tampoco es la misma, nuestros padres sufrieron todo tipo de escaseces y penurías -al menos los míos-.

PAQUITA

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Se puede contrastar que los beneficios empresariales, en crecimiento constante, son ya altísimos, y que los salarios reales han bajado, en España, y están por los suelos, así que cuando dicen que España crece, ya sabemos qué cosa crece, (aparte de la población por los que vienen de fuera.
No tengas ninguna duda.

Anónimo dijo...

No ha pasado nada más que el modelo que sustenta todas las preguntas que te formulas se ha agudizado y unidimensionado. O sea, ahora sólo hay un modelo, absolutamente en auge: el neoliberalismo globalizado, que es como se llamaba antes al capitalismo a secas. Con ese modelo, hay todo un estilo de vida, de consumo, de producción, de uniformización de las clases obreras que en el mundo existen. Y las que todavía se resisten, ya se encargarán las OMC, FMI, BM, OCDE y otras hermanitas de la caridad en traerlas al redil donde reina la verdad, la justicia y el bien común. ¿Obramos en consecuencia?
Me temo que no. Naturalmente, cada cual combinamos como podemos el pesimismo de la inteligencia con el optimismo de la voluntad. Y así vamos tirando... Y así nos luce el pelo...
Epv

Anónimo dijo...

Todo lo que has dicho es verdad. También manu y anónimo. Pero no es toda la verdad. Tal vez porque empezara antes a pagar piso, en mi caso el coste supuso durante los 13 años de crédito más del 50% de mi salario, y era el único. Y no daban más tiempo de crédito. Ni todo el capital (solo el 80%). A fin de mes llegaba lampando, un bar era algo inaccesible, unas vacaciones insoñables, y los zapatos se gastaban hasta la extenuación.
Repito que todo lo dicho es cierto, pero insisto en que la vida no es la misma en ningún caso, y por tanto no es comparable.
Pídele a un joven actual que renuncie al utilitario, a la salida de fin de semana, a la playa... Pídele que se rebele efectivamente contra el sistema... Pídele...
Me quedo con el bloque de tus interrogantes: ¿en qué HEMOS fallado? No creo que sea difícil contestar algo: como lo pasamos tan mal, se lo hemos puesto todo más fácil. ¿Irresponsabilidad?
Al final todo queda en interrogantes ¿difíciles? de contestar.
(Sigo pensando que tenéis razón, pero no toda...)
salud¡

EBE dijo...

niña bella, mi paquita querida...no podías verme porque estaba escondida en mi hangar (sin gasolina, ni brújula, ni piloto)...estoy apenas saliendo, pero quiero a recuperar el tiempo perdido..tengo mucho que leerte, comentar y conversar..prometo volver a visitarte y leerte con detalle, cuando los motores esten bien calientes.. por ahora, te dejo mil besos, maja

Caminante dijo...

A Mi comentarista anónimo Total:
Los porcentajes que menciono han sido sacados, fielmente, de la documentación que conservo y están calculados en referencia a la renta familiar (dos sueldos). Como bien dices, nuestro vehículo era de segunda mano, nos duró 15 años, las vacaciones, como somos montañeros, eran económicas -de acampada-, y los extras: ninguno.
Un beso.PAQUITA

Caminante dijo...

A Mi comentarista anónimo Total:
Los porcentajes que menciono han sido sacados, fielmente, de la documentación que conservo y están calculados en referencia a la renta familiar (dos sueldos). Como bien dices, nuestro vehículo era de segunda mano, nos duró 15 años, las vacaciones, como somos montañeros, eran económicas -de acampada-, y los extras: ninguno.
Un beso.PAQUITA