(Idea surgida a raiz de leer el relato de kepa y el de la colaboradora ocasional de Dudu publicado el martes 13 de marzo de 2007, titulado
MI PRIMERA VEZ )
Estaba tan a gusto, sin plantearse nada distinto del placer que estaba sintiendo, sin cuestionarse nada, si estaba bien, si estaba mal, si debía hacer o decir algo, nada, no hizo nada, sólo dejarse.
Y duró... como hora y media, el tiempo de proyección de la película que había ido a ver.
¿Qué película era? ¡Ni idea! no guarda recuerdo alguno de ella, sabe, sí, que era un domingo, que el cine estaba en el barrio de Salamanca, y aún esto puede que esté errado, y que fue con Fátima.
¿Fátima? Sí, una compañera de clase, de su misma edad, 17 años, y que como ella había empezado a preparar las oposiciones a..., a pesar de no alcanzar aún la edad mínima para presentar la solicitud de admisión a la practica de las pruebas selectivas ¡qué rígido suena! edad mínima para... lenguaje burocrático total.
Su compañera de clase era guapa, sí, resultona, casi tan alta como ella y su tipo... no estaba mal... aunque para tipo, tipo, el suyo; a la vista estaba, ni tipo manzana, ni tipo pera, el suyo era... reloj de arena.
Entraron a la sesión de la tarde, porque por aquel entonces se salía por las tardes, aunque esas tardes se pudieran alargar hasta donde tus fuerzas o el permiso de tus padres llegaran. Esto último no suponía problema para ninguna de ellas.
Se sentaron en las correspondientes butacas, más o menos centradas y al poco de comenzar la película comenzó... aquello.
Notó que una mano la acariciaba, suavemente la acariciaba... el pelo.
El pelo... de la cabeza, que esto del pelo induce a error, pero no, fue la cabeza y el pelo.
De entrada la perturbó un tanto, no puede calcular cuanto, pero... se dejó, *la gustaba y se dejó.
Fue una experiencia de lo más placentera, pero su cortedad no la permitió saber si la mano actora pertenecía a hombre o mujer, si a joven o a viejo, ya no digamos si a guapo o feo, alto o bajo, rico o pobre, listo o tonto, nada, porque no volvió la cabeza en momento alguno.
Acabada la película salió tal cual. Cualquiera de los presentes en el vestíbulo podía ser el autor o la autora, pero eso... eso nunca lo sabría.
PAQUITA
(* anónimo, sabedor de mi reincidencia en los laismos me ha "comentado" que se dice, y se escribe, le gustaba, que no la gustaba. Gracias mil y... a ver cuando lo aprendo)
6 comentarios:
Qué tiempos aquellos en que había una fila para los mancos.
Epv
Sin dientes andaría aún por ahí quien me lo hubiera hecho a mi.
O no...
La realidad quizás no hubiera sido tan placentera, pero la imaginación es el recurso de los soñadores.
Un agradabilísimo recurso al que de vez en cuando hay que rendir homenaje.
Gracias por tu visita y tus palabras en mi blog.
Besos.
Me encantan los relatos sin cerrar, que dejan a la imaginación del lector continuar la historia. Muy bueno!!
"la gustaba" es un laismo, "le gustaba" es la forma correcta, aunque sea femenino.
Bueno y ya que veo que aceptas de buen grado las correcciones te diré que en "haber cuando lo aprendo", no estas utilizando correctamente el verbo, sería "a ver cuando..."
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