1.- Subimos pueblo arriba, a nuestra derecha acabamos de ver un pinsapo, un hermoso y sano ejemplar ya maduro.
En las afueras son robles los que nos acompañan durante un rato, están abriendo sus brotes, la temperatura aquí es más baja que al otro lado de la sierra de Guadarrama donde las hojas los cubren por completo; eso sí, estos son más robustos, mucho más que los ejemplares madrileños, más prolíficos y delgados. Camino adelante desaparecen para imperar los pinos, los famosos pinos de Valsaín, industria maderera activa que se nos muestra en las diferentes pilas de troncos que vemos junto al camino.
El día comenzó nublado -llovió en abundancia durante la noche-, vamos preparados, la mayoría con chubasquero. Nos llueve indolentemente, abrimos... cerramos paraguas.
2.- En un punto del camino Luis llama ¡venid! está reteniendo algún animalillo ¡una culebra! dirá, resultó Salamandra la más hermosa que he visto en mucho tiempo. Creo que están desapareciendo porque, aunque nunca vi dos juntas, cada vez es más difícil encontrarte con alguna. Son un buen indicador de la calidad ambiental.
La senda que vamos recorriendo parece ser que fue calzada romana, desaparecida prácticamente, salvo en pequeños vestigios para ojos avisados, como son algunas piedras de las que bordean el camino, puestas de pie. Según se acerca el mediodía se va abriendo el cielo, el azul se deja ver y las nubes tornan a blancas.
3.- Más adelante el guía nos advierte "este tramo es opcional", quizá dijo sobrao, de ida y vuelta, no recuerdo exactament El asunto es que "el que quisiera" subiría a la cima de La Camorca (1816 m), para volver por el mismo sitio a reunirse con los "inapetentes"... que fueron tres de diecisiete. La subida comienza suave para hacerse luego empinada. El recorrido es relativamente corto, enseguida llegamos ¿qué vemos? en principio un pequeño refugio y después, al mirar más allá, en la distancia, descubrimos que es un excelente mirador, con visión de 360º, enclave estupendo para ver el macizo de Peñalara por su vertiente segoviana, la Cuerda Larga , el siempre presente repetidor del Alto de las Guarramillas o Bola del Mundo, La Mujer Muerta, la ciudad de Segovia ¡Se ve Segovia! Pegados a la sierra, los pueblos de La Granja y Valsaín, a su espalda. En alto Peñalara
4.- Foto de Grupo.
* Es un otero privilegiado donde ya estuvieron antes otros, al menos los que dejaron la placa que leemos: a Francisco Giner de los Ríos con un poema que le dedicó Antonio Machado, ambos amantes de la sierra de Guadarrama, el primero pionero del guadarramismo -acercamiento a la montaña con carácter lúdico, que no práctico, entendido éste como aprovechamiento económico de sus recursos- y el segundo, además, docente en Segovia durante unos años (Encuentro en google el poema completo, siendos estas dos últimas estrofas las contenidas en la placa)
5.- ¡Oh, sí!, llevad, amigos,
su cuerpo a la montaña,
a los azules montes
del ancho Guadarrama.
Allí hay barrancos hondos
de pinos verdes donde el viento canta.
Su corazón repose
bajo una encina casta,
en tierra de tomillos, donde juegan
mariposas doradas...
Allí el maestro un día
soñaba un nuevo florecer de España.
XXV aniversariod del IES Fco. Giner de los Ríos. Segovia, mayo de 2001
¡Cómo influye la predisposición que lleve uno en la percepción de las cosas. ¿Porqué lo digo? Porque pase por donde pase veo signos de los valores que amo. Y ahora, bajando a tierra, es decir, de la Camorca, recuperamos el sendero y a las tres excursionistas. Se ve espléndido, absolutamente limpio tras las lluvias caídas, aún veré algún narciso = Narcissus, pocos, ya que necesitan más altura para prodigarse.
6.- Foto de Grupo.
7.- Bajando para leer lo tallado en la roca del fondo
* Desembocamos en una jugosa pradera, a la derecha los restos de lo que fue una venta, Sebastián y un letrero nos ilustran sobre ella... mencionada en Rinconete por Cervantes. Nos suena de algo... la pradera ¡claro! de la excursión Las Dehesas de Cercedila-Valsaín narrada aquí ¿o no?
El resto del camino ya lo hicimos entonces: praderas de la Fuenfría, cruzamos los arroyos de Minguete y del Telégrafo -vamos viendo helechos = Pteridium aquilinum recién brotados -pequeñas varas verdes a punto de extender sus brazos y desplegarse- para llegar a la ribera misma del rio Eresma -el que nutre a Segovia-, a sus Pesquerías.
8.- La izquierda de su curso fue preparado con bloques de granito que facilitar "la pesca". Esta parte es especialmente grata y accesible a casi todo el mundo, salvo los impedidos fisicamente, un paseo que va llaneando y acompañando al río durante bastante de su recorrido.
9.- Foto del Grupo
* La parte más expectacular es la llamada Boca del Asno, zona recreativa preparada para el gentío que hasta aquí llega en el verano. Junto al sendero, a su izda., vi una Primula vulgaris, insospechada aquí.
10.1.- Ya cerca de Valsaín vemos su acueducto y el puente que lo sostiene. Acueducto más rudimentario que el famoso segoviano, de época más tardía y restaurado en los últimos años. La canaleta de conducción de las aguas son troncos vacíados y unidos.
10.2.- Nuestro particular quijote sobre el puente y bajo el acueducto
11.- Panorámica de Valsaín y su entorno.
12.- Vaca y su ternerito
Y ya estamos en el término de Valsaín, al fondo el pueblo y aquí la pradera. Pradera abundante en animales diversos, a saber: caballos y potrillos, vacas y terneritos
y ya en la casa aledaña al bar, nuestro destino natural como cierre de las excursiones, cinco patos y dos patitos, gallinas y... un corderito que sale saltando. Su dueño nos dirá que le está pidiendo comida. Todo parecen ser señales del renacer de la vida... la primavera.
13.- DATOS DE INTERÉS:
- Inicio: 9 1/2h.
- Finalización: 18h.
- Comida: 1h.
- Desnivel... ya lo dirá Sebastián en su relato de la misma.
- Velocidad de la marcha... tranquila.
PAQUITA
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