Publicado por A. Rómar en 6 de mayo de 2010 nadienostocaloshuevos.blogspot.com/
Llegamos al amor como al buen tiempo, con ganas de sudar y divertirnos. Y todo es un calor en escalera con los ojos en blanco y las manos amargas, así es como llegamos al buen tiempo.
Ya estábamos pensando en otra cosa.
Ah, pero hasta el cuarenta todo es sayo, no iba a ser tan fácil, una broma como un cubo de agua en la espalda del frío.
Si ya se había derramado en todas alfombras la ausencia del fuego, todas las contraventanas abiertas al sol como una planta la casa, todas las espaldas un verde picor.
¿Cuántas veces puede alguien resignarse? ¿cuál es el número exacto de veces que le son dadas a uno para encojerse de hombros y bajar los ojos? ¿es cierto el rumor que afirma la finitud de los suspiros?
Las buenas noticias tienen apariencia de espejismo. Tienen siempre visos de broma de mal gusto. Sospechosas como un final feliz.
Caminante dijo... 19:50 (Estamos en el día de gracia de 28 de mayo, viernes)
¿Por qué te vas? porque es así, voluble... como el tiempo.
Besicos: PAQUITA -esa, la... - Y como con Urceloy, dejo escrito el día ilustre de hoy -ha llovido, esta vez tormenta de verano, en primavera-.
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