Seguimos afanados en encender la hoguera... : AR DelasHeras

COPIADO de la página de FB de AR DelasHeras

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#visualizaciones

Seguimos afanados en encender la hoguera,
y no sólo en capturar el fuego.
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Sin el fuego es difícil imaginar la evolución de la Humanidad.
En el principio el esfuerzo e ingenio del ser humano
se centraron en procurar encender y controlar el fuego
y no sólo en capturarlo cuando éste aparecía de manera fortuita.
Miles de años y miles de ensayos
y también transferencias culturales
consiguieron saber dar la energía necesaria para la ignición
y controlar a continuación el fuego para que ni se apagara
ni se derramara en un incendio.
El ser humano había creado artificialmente un pequeño sol,
Que, por próximo,
servía para iluminar cuando el sol se ponía o no llegaba,
para calentar más rápida e intensamente que los rayos solares,
para hacer comestibles y digeribles más frutos
que los que maduran en los árboles por efecto del sol
(como la carne y otros vegetales)...
Hoy, en el siglo XXI,
que apremiados por una carencia energética
dado el desfase entre los desarrollos en el planeta
y las fuentes de energía utilizadas,
cientos de investigadores están alrededor de otra hoguera
que quieren encender y controlar.
El combustible es el mismo que el del sol,
hidrógeno
(en su modalidad de deuterio y tritio),
que se obtiene ya no de los bosques sino del agua del mar.
Hay que dar el suficiente calor para que se encienda,
ya que no tenemos la musculatura gravitatoria del sol
para apretarlos tanto que se fusionen los átomos de hidrógeno.
Así que no podemos gastar más energía que la que luego obtendremos.
El ingenio para encender la hoguera hoy,
como lo fue el frotamiento de palos o el choque de piedras,
es ya satisfactorio.
Y luego hay que controlar el fuego para que no se apague ni se derrame.
Son las piedras que rodean la hoguera.
Ahora, con temperaturas de millones de grados,
el confinamiento del fuego es el confinamiento magnético,
porque no hay recipiente que soportara el contacto con esta fuente de calor.
Mientras ponemos a punto el modo de encender la hoguera y de mantenerla,
capturamos el fuego solar que queremos reproducir,
como en el principio lo hacíamos con los incendios naturales.
Extendemos paneles solares,
concentramos los rayos solares,
aprovechamos el viento que el desigual calentamiento del sol en el planeta provoca...
Apasionante y enigmática la aventura de la Humanidad.