El fraude en los genes, de Ángel Sánchez Harguindey

http://blogs.elpais.com/tv-blog/2013/07/rajoy-evo-morales-y-la-reina-fabiola.html
Publicado en 4 de julio de 2013

Hay titulares a los que si se les quita 20 caracteres se puede desatar una conmoción nacional: "El rey abdica en su hijo Felipe acosado por los escándalos", por ejemplo. La noticia, al menos de momento, se refiere a Alberto II de Bélgica pero como dicen los clásicos, "cada vez bombardean mas cerca". Y no deja de resultar significativo que uno de los escándalos a los que se alude sea el de la exreina-viuda Fabiola quien, coherentemente con sus raíces, montó una fundación ultraconservadora para evadir impuestos. Se ve que los aristócratas y los ricos españoles llevan el fraude fiscal en los genes. Pagar impuestos es de obreros.
El que ni se sabe que lleva en su mapa genético es nuestro registrador de la propiedad favorito. En pleno escándalo del caso Snowden, cuan aún no se había callado el clamor de la Unión Europea por los ilegales hábitos del espionaje estadounidense y la estupefacción se convertía en la reina de la casa, nuestro Mariano Rajoy, exultante por haber conseguido arañar unas migajas de más para las ayudas al empleo juvenil (Rubalcaba cuantificaría las iniciales ayudas en el 0,3% de los fondos destinados a salvar a las entidades financieras, aumentadas ahora hasta el 1,2%), se descolgó en la rueda de prensa en la embajada de España en Berlín con una frase inolvidable: "Lo importante es que Snowden no iba en ese avión". Mariano, por favor, en cuanto no tienes a Arriola a tu lado no dices mas que tonterías: "Lo importante" ¿para quién?, ¿para la CIA, para Obama, para el FBI? Una cosa es que sepamos todos de tu, al parecer infinita, capacidad de servicio a los poderosos (excelente esa rebaja de impuestos a quienes compren yates de mas de 12 metros de eslora), y otra es que lo manifiestes tan a las claras. 
Lo importante es que la Unión Europea se comportó indignamente con Evo Morales, al que trató como a un sin papeles más, pero que el presidente español considere que lo importante es perseguir a quien descubrió y reveló unos de los episodios mas turbios del espionaje de EE.UU es aún más lamentable.
Los informativos, por su parte, han dedicado, y dedican, un tiempo muy importante a cubrir el juicio a José Bretón, presunto asesino de sus dos hijos. En la crucial sesión de ayer, en la que declaraban los expertos forenses, surgió un fenómeno muy significativo de los tiempos que corren: la forense Josefina Lamas, cuyo tremendo error en el primer reconocimiento de los huesos encontrados en la hoguera que produjo Bretón supuso diez meses de investigaciones policiales inútiles, tras reconocer su equivocación -sin pedir perdón, naturalmente, hasta ahí podíamos llegar- tuvo el detalle de contar a la audiencia y a la sala un rumor que le había llegado desde Córdoba: "los huesos se fueron de copas", es decir, al doctor Etxeberría, autor del reconocimiento verdadero de los huesos, se los habrían enseñado en un bar. Por supuesto, la forense no aportó nombre alguno en su divulgación de un rumor sin la menor confirmación, pero al igual que a la reina, o exreina (no está claro como hay que llamarla) Fabiola le atrae el fraude fiscal, a la forense Lamas le gustan los cotilleos sin verificar. Es una candidata a tertuliana de Sálvame (1.648.000 espectadores) donde, por cierto, han pasado de despellejar a Desi a quemar en la hoguera a Olvido Hormigos, en la variedad está el gusto.
Pero si el programa de las tardes de Telecinco es un canto a la tortura y la depredación, el primero de los capítulos que emiten hoy a las 22.00 horas, Mario Conde. Los días de gloria, resulta, en principio, inquietante. Hace ya tiempo que las gentes de Berlusconi en España parecen sentir una cierta predilección por el delincuente. No hace mucho fue, una vez mas, uno de los invitados-estrella de El Gran Debate. Allí tuvimos que asistir a los análisis, preguntas y respuestas de un ladrón de altos vuelos quien, al parecer, tiene grandes soluciones para todo, o casi todo. Esta noche se podrá ver el grado de empatía de la cadena con tan insigne delincuente. Ya es un dato revelador que la miniserie esté basada en el libro homónimo del propio Conde. En fin: wait and see, que diría el políglota Jesús Aguirre, duque de Alba.