agosto 07, 2025

Una finca agrícola de Algaida cierra la puerta a los turistas: “El Govern les construye desaladoras y en el Pla no tenemos agua para beber”

 Joan Frau   Inca

La empresa Flor de Figa lamenta la decisión del Govern de no financiar la compra de agua en la comarca del centro de la isla. Como respuesta, ha decidido no recibir más visitas de turistas en su explotación: "Decimos basta al turismo que no nos aporta nada"

Los responsables de la explotación trabajan en la reintroducción del cultivo de la higuera en Mallorca. / APAEMA

La empresa Flor de Figa, ubicada en Algaida, que se dedica a la producción ecológica de higos, almendras y algarrobos, entre otros frutos del campo, ha dicho basta y ha decidido dejar de organizar experiencias turísticas en su finca Es Rafalet de ca l’amo en Julià como medida de protesta contra la decisión del Govern de no subvencionar el transporte de agua que los pueblos del Pla de Mallorca necesitan para vivir y, por contra, financiar la construcción de desaladoras en la costa para proporcionar agua a la actividad turística.

Así lo denuncia la familia Cloquell, propietaria de la explotación agrícola, en un video difundido a través de las redes sociales que se ha viralizado en los últimos días. En el documento, que muestra imágenes de la finca de Algaida, una voz en off, apoyada por subtítulos, explica que “en los últimos años habíamos abierto las puertas de nuestra explotación a las visitas turísticas” en las que los visitantes han podido ver las casas y las plantaciones de almendros, algarrobos “y nuestras reinas, las higueras”. “¡Pero ya hemos dicho basta! Resulta que el Govern balear ha cerrado la posibilidad de subvencionar el agua que necesitamos para beber en todo el Pla de Mallorca, mientras tanto se subvencionan y se construyen desaladoras por toda la costa y para los turistas”, lamenta Flor de Figa. “Esto ya no puede ser así, nosotros no podemos seguir manteniendo el paisaje, nuestras explotacionessin agua, ni siquiera para alimentarnos”, añade.

Este es el motivo que ha colmado el vaso de la paciencia de estos agricultores: “Decimos basta al turismo que no nos aporta nada”, concluye el documento audiovisual, muy aplaudido en determinados sectores del Pla de Mallorca que empiezan a perder la paciencia con la situación de escasez hídrica mientras nadie pone coto al turismo desbocado que se queda con la mayor parte de los recursos.

“Tenemos que empezar a reducir el turismo, y hemos decidido empezar nosotros”, explica el propietario de la empresa Flor de Figa, Ponç Cloquell, que explota el negocio junto a sus hijos Joan y Miquel Àngel. Quiere dejar claro que ellos no se consideran “ejemplo de nada” y admite que su intención no era la de “viralizar” el video en el que anuncian el final de las visitas turísticas y argumentan las razones de esta decisión.

La negativa del Govern a financiar la compra de agua a los municipios del Pla hasta que no se declare la situación de emergencia “genera muchos problemas” en la comarca. “Nosotros recogemos agua de lluvia, que cubre el 40% de nuestras necesidades, pero tenemos que comprar el resto para regar las nuevas higueras y dar de beber a los animales”, explica el dueño de la explotación. El problema es que actualmente hay tanta demanda de agua en el centro de Mallorca que los camiones cisterna pueden tardar “tres semanas” en transportar un cargamento. “Las higueras no aguantan tres semanas”, lamenta Cloquell. Y lo más triste es que muchos de estos camiones de agua son contratados para “llenar piscinas”, perjudicando a quienes necesitan el líquido para la agricultura y la ganadería.

Turismo de alto nivel

Cloquell, cuya empresa forma parte de la Associació de Productors d’Agricultura Ecològica de Mallorca (Apaema) y él mismo es vocal del Consell Balear de la Producció Agrària Ecológica (CBPAE), explica que las visitas de turistas en busca de “experiencias” en el campo mallorquín empezaron hace dos años. “No las buscamos nosotros, nos lo ofreció una agencia especializada en este tipo de actividades para turistas de alto nivel”. Incluso llegaron a salir en un programa de máxima audiencia de la televisión francesa dedicado a Mallorca. La elevada demanda para visitar la finca de Algaida confirma el interés existente hacia el cultivo de la higuera que la empresa trabaja para reintroducir. Por ello, Flor de Figa ganó en 2023 el premio Relleu Generacional Rural Up.

Desde que la empresa empezó a formar parte de estas experiencias, la explotación ha recibido “entre 10 y 15 visitas turísticas” durante los tres meses del año en que pueden organizarse. Ponç Cloquell admite que supone un “ingreso complementario”, pero subraya que ellos no viven ni quieren vivir de ello, sino que se dedican a “vender higos, higos secos, ‘confitura de figa’ y también almendras, algarrobos y cerdos”. “Nosotros somos payeses, no nos dedicamos al turismo”, insiste.

Flor de Figa se muestra crítica con las campañas que desarrolla la Mancomunitat del Pla para atraer al turismo también al centro de Mallorca, una iniciativa que un sector importante de residentes de esta comarca no acaban de entender en unos tiempos en los que muchos apuestan por el decrecimiento ante la situación límite en la que se encuentran la isla y sus habitantes. “Estaría bien que todos planteásemos que no podemos seguir creciendo, debemos decir basta porque esto se nos ha ido de madre, la agricultura debe servir para producir alimentos, no para servir al turismo, que puede ser una actividad complementaria, pero nunca sustitutoria”, concluye Ponç Cloquell...................

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