abril 10, 2009

Vaticano (44.4), Obama y Zapatero global... (+ Júcaro)

(Publicado el 14/3/09 por Júcaro en su blog "14 de abril". Lema: Espacio para el desahogo y la reflexión 14deabril.wordpress.com
PAQUITA)

Según Corriere della Sera, el Vaticano no quiere otro caso Zapatero más allá del océano. Es curioso cómo la Iglesia Católica pone una mano, para guardarse el dinero, que la Hacienda española le recauda o para recibir subvenciones, y con la otra da un golpe bajo lanzando urbi et orbe el exabrupto de que no tolerará otro «caso Zapatero». Acostumbrados como estaban al origen divino de las monarquías o al paseillo bajo palio de algún dictador golpista, la Iglesia Católica se permite ese no tolerará que suena a incapacidad y a tiempos pretéritos. Ahora el detonante ha sido la iniciativa de Obama de devolver al presupuesto público la investigación con células madre, pero el asunto viene de antiguo, de antes que incluso supiéramos de los EEUU, de Obama y del mismísimo demonio, quiero decir, de Zapatero.

Hasta hace poco al Vaticano le costaba aceptar evidencias científicas como las de Galileo y su demostración de que el sol está en el centro de nuestro sistema planetario. Hace menos tiempo aún dejó abierto un resquicio para aceptar la teoría darwiniana y, hasta hace dos días, seguía manteniendo la existencia del limbo, ese lugar que acogía las almas de los niños no bautizados y que hoy ya no existe. Si el Vaticano consideró históricamente a la ciencia como algo nocivo, no es de extrañar que, en este país llamado España donde lo católico abunda, el 34% de sus ciudadanos considere que la ciencia y la tecnología es perjudicial. Pese a esto, la ciencia siempre se ha impuesto a los obstáculos eclesiásticos tal vez porque la ciencia avanza sobre bases racionales y la Iglesias sobre credos o cuestiones de fe.

Recientemente la Iglesia Católica nos habló del bebé medicamento; hoy sabemos por la prensa que el primer niño tratado genéticamente consigue salvar a su hermano y mañana, pese al empecinamiento de estos defensores del dolor y del culto a la muerte, otros muchos podrán tener mejor salud y calidad de vida, no gracias a dios sino a la investigación científica.

Aunque el laicismo del gobierno Zapatero es bastante tibio y nominativo, el pequeño Estado no quiere otro caso Zapatero más allá del océano. Tampoco parece que es de su agrado que se defienda la investigación de células madre como lo propone Obama, sin renunciar a su credo cristiano. A todas estas, ¡Zapatero ya es global, por Dios! y la Iglesia Católica parece tenerle muy presente en sus oraciones porque il Vaticano non vuole un «caso Zapatero» anche Oltreoceano. Sin embargo, cuando pase un tiempo, o cuando gracias a estas investigaciones se consiga mitigar o sanar ciertas enfermedades, éstos que ahora braman contra la investigación embrionaria, comenzarán a matizar sus posicionamientos para a continuación pedir que les apliquen los avances que hoy obstaculizan.

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