septiembre 13, 2009

Descubriendo a Sorolla... 08/09/09

... gracias a una reserva de entradas para la exposición temporal que ha permanecido en el Museo del Prado desde mayo y que finaliza el 13 de septiembre ¡ya!

De Sorolla recuerdo las imágenes más publicitadas -desde antiguo- de algunos de sus cuadros; cuando esté dentro veré que corresponden a un paseo de su mujer e hija a orillas del mar, ambas vestidas elegantísimas, de blanco y ¡con tacones!, a la moda de inicios del siglo XX -para señoras acaudaladas- y alguno más de este tenor.

Con este bagage y la recomendación de Pura y Josam me fecit ¿qué c. querrá decir? me presento en la misma. Primera sorpresa -a la entrada- cuadro enorme pintado por Sorolla a la edad de 21 años... sí, ya sé que a veces se menciona el virtuosimo de otros, en otras materias que no sé si en ésta, con la mención de... a la tierna edad de 8? 10?... pocos años. Y será verdad pero, en este caso, ésta es su obra más temprana, de las expuestas.

Continúo... entre el gentío que se agolpa en las dos primeras salas. Gentío que se disuelve, mágicamente, a partir de entonces; así veré, tranquilamente, su propio autorretrato -pone que se hizo 15-, los retratos que hizo a su suegro, a quien admiraba, según se puede leer en los cartelitos que los acompañan y que fue un gran fotógrafo de la época, uno de ellos con su cónyuge -suegra de Sorolla-, retrato de Benito Pérez Galdós, amigo suyo y que es propiedad del Cabildo Insular canario, patria chica de Galdós -le creía madrileño y es que así es Madrid asimila a la gente, la integra... salvo excepciones en las que no entro, ahora-, otro de Ramón y Cajal, propiedad del Ayto.? de Zaragoza, unos cuantos en que utiliza a su mujer como modelo ¿tanto la admiraba? como el mencionado en primer lugar, un desnudo precioso y uno "vestida" en La Granja que me gusta, tipo fotografía, a la que era aficionado, dicen.
Hay otro... que no es su mujer, de una con bata rosa recien salida del baño -playero-, buena moza ella, con ayuda de cámara -señora mayor que "la viste"- que es de los más afamados y leo que el propio Sorolla discriminaba como, si no mejor, de los mejores suyos.

Los cuadros de tamaño apropiado para colgar en cualquier pared -que veo allí- son de propiedad... "particular". Me informa mi cónyuge que -los propietarios- están obligados a "declarar" esos bienes culturales a efectos de su control, evitando su potencial "salida inapropiada" del país. De esta forma veo pinturas inauditas? no vistas por mí: dos muchachos jugando dentro del agua, observo que el agua de mar lo pinta espléndidamente, su avance, su golpear, su transparencia, los diferentes tonos que adquiere según la luz del día y las sombras de lo que se interponga en su camino... Me admira, sí, he de reconocerlo, a mí que soy una in-lustrada en estos ámbitos -para qué hablar de los demás-. No lo suponía antes de venir... para nada.

El tema del agua del mar es casi permanente en sus cuadros. En otro, dos jóvenes adolescentes, de sexos distintos, conversan tumbados en la playa -boca abajo y con la prudente separación corporal-. Aquí los brillos en la piel mojada de los muchachos se ven estupendos, los veo estupendos.
Habrá más con los críos como protagonistas, le gustaba pintar al pie del tajo, escriben y así aparece en una foto suya -pintando bajo una sombrilla, en la playa-que también está expuesta.
Y los bueyes, los hace protagonistas en bastantes de ellos, como tracción "animal" para meter y sacar las barcas de pesca , tal y como se hacía en su tierra -era valenciano y es Valencia una de las promotoras de esta exposición itinerante-.

Continúa la misma en la Sala II -arriba-... siguiendo las indicaciones. Se ven enormes paneles pintados -un encargo de una entidad prestigiosa ¿supongo? americana, sobre las distintas tierras españolas ¿Cual me gusta más? sin dudar Ayamonte ¡qué casualidad! donde reflejó la pesca del atún de almadraba en las costas atlánticas "andaluzas". Se ve a un "hombre" manejando un enorme gancho para desplazar las piezas en el puerto, rodeado a su vez de otros marinos y un par de marineros. Esta actividad ha cambiado, como tantas otras, porque lo ahora manipulado son atunes congelados que vendrán ¿? costas africanas lejanas? Lo vi en Isla Cristina este verano.

Acaba con una pequeña sala con paisajes... me gusta el del contrabandista, más que por él, por las aguas de fondo.

Sorolla vivió 60 años (1863-1923), 17 menos que Galdós (1843-1920).

PAQUITA

1 comentario:

Jesús Herrera Peña dijo...

Paquita, perdona si escribo aquí algo que no viene a cuento pero no he encontrado otra manera de comunicarme contigo más privadamente.

Me dices:
"...si no tienes inconveniente te lo copio [el artículo "Funcionarios muy especiales"] y lo republica-ré a continuación, mencionando tu autoría ¡lógico!

Me parece muy bien, Paquita. ¡Pues claro que no tengo ningún inconveniente!
No tienes que guardar ningún protocolo conmigo. Todo lo que se escribe es reponsabilidad del autor y yo nunca me escondo, pues lanzar escritos al público es como parir hijos y que luego se vayan a la mili. No los puedes controlar. No los puedes proteger. Están expuestos a que un sargento un poco cabrón les haga alguna cabronada.

Muchas gracias por comunicarte conmigo a través de mi bitácora.