septiembre 13, 2009

¡Malditos funcionarios!... (18.3) (+ Júcaro)

(Publicado por Júcaro el 1 de Septiembre de 2009 en su blog 14deabril.wordpress.com/ ya publicitado aquí anteriormente.
Más sobre funcionarios, complemento a lo ya publicado el 11 y 12 pasados. PAQUITA)

A Díaz Ferrán les sobran funcionarios de todas las administraciones. Que lo diga el presidente de la patronal CEOE tiene su lógica, que muchos ciudadanos compartan ese criterio tiene menos justificación.

Nunca entendí el menosprecio hacia el funcionario ni el permanente descrédito que de ellos se hace. Tal vez he tenido suerte, pero cuantas veces acudí a instancia pública, lo frecuente fue recibir un trato correcto y casi siempre eficaz.

Los funcionarios con los que he tenido alguna relación en calidad de usuario de un servicio público, son los de la administración local y autonómica; centros sanitarios, educativos, los de alguna Delegación Provincial de la Junta o los que trabajan en las oficinas municipales. Siempre me atendieron con el respeto que cualquier persona merece y casi siempre resolvieron el motivo de mis visitas de manera eficaz. No puedo decir lo mismo de mis relaciones con el empleado de la empresa privada. Si enumerara las ocasiones que fui tratado con cierto desdén por éstos, la lista de agravios sería interminable; podría citar alguna visita al taller de reparaciones, la cena de un grupo de amigos en un restaurante con un servicio deficiente y una cuenta desorbitada o el intento casi imposible de aclarar o reclamar alguna incidencia con la compañía telefónica, del ADSL o la cobertura del seguro de la casa que habito.

Chistes, chascarrillos y frases hechas están a la orden del día para siempre resaltar los aspectos negativos del funcionariado. ¿Será envidia?, ¿será que por aquello de cobrar de nuestros impuestos –de los suyos también- se nos pega la exigencia y altanería del empresario contratante? Por supuesto que existen funcionarios malhumorados, absentistas, ineficaces y alguno que defienda su derecho a tocarse las narices, porque para eso aprobó unas oposiciones.

Estoy convencido que toda esa mala fama, desde el “vuelva usted mañana” famoso, al desayuno permanente, la ausencia constante o la inoperancia absoluta es producto de una imagen distorsionada. Ocurre que cuando un mensaje cala en la sociedad, resulta complicado cambiarla. Parte de ese menosprecio que se manifiesta hacia el funcionario puede estar motivado porque cuentan con un trabajo fijo, unas vacaciones garantizadas y una nómina que suelen cobrar cada final de mes aunque muchos olvidan que suelen ser los trabajadores que casi todos los años pierden poder adquisitivo porque eso de las revisiones salariales, que negocian otros colectivos, es algo que les resulta ajeno.

Volviendo al principio y a Díaz Ferrán, mantengo que sus palabras tienen la lógica de quien es el presidente de la patronal. A Díaz Ferrán le sobran funcionarios, por ejemplo médicos y personal sanitiario en general, porque su aspiración es que toda la sanidad se reconvierta en un suculento negocio privado. A Díaz Ferrán le sobran los funcionarios docentes de universidades, institutos y colegios públicos porque su ilusión es que la mayoría de estos centros pasasen a manos de la empresa privada. A Díaz Ferrán le sobran los funcionarios que forman parte de los cuerpos de seguridad del Estado porque en sus planes apostaría por entregar la seguridad de todos a empresas de unos pocos. Lo dicho, que Díaz Ferrán aspire a esa situación tiene su lógica, que lo haga la ciudadanía parece un desatino.


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Nada más que añadir salvo que a Díaz Ferrán y muchos mileuristas que piensan como el, les podían dar mucho por el culo.
El Canuit

Pocomancha dijo...

Completamente de acuerdo con este artículo, luego la gente pide políticas sociales necesarias, y el producto de ellas es tener más personal para que las ejecuten. Díaz Ferrán que diga lo que quiera.