* Es viernes 16 y seguimos en Aracena; la duración de nuestra estancia la están marcando otros. No disponemos aún de nuestro vehículo ¡Las piezas tardan tanto extramuros! Fernando, el mecánico, nos dice que estará, ya, para esta tarde. Aprovecharemos la mañana acercándonos a Los Marines, pueblo cercano al de Aracena, nuestra residencia transitoria.
29.- El trazado aparece en el folleto que sobre senderos del parque natural del Parque Natural Sierra de Aracena y Picos de Aroche nos diron en el Cabildo Viejo, centro de visitantes. Hay que salir hacia el oeste, carretera más o menos paralela a la A-433 Sevilla-Potugal, a su derecha; pasar por delant de la piscina -izda.- y el conjunto de casas modernistas -derecha-; para, tras dejar atrás una urbanización de adosados, también a nuestra dercha ir durante un tiempo, que se me antoja largo, carretera monte arriba. Por fin tomamos la pista que lleva a Los Marines, vamos por el campo.
30.- * Sorpresivamente pasamos junto a una espléndida plantación de girasoles; acostumbrada como estoy a verlos en un estado lamentable, esmirriados, negruchos.
31.- Al poco un pequeño cortijo, parece cerrado, deshabitado. En este punto el camino hace un giro de 90 º. Dejamos la casa a nuestra izquierda y continuamos. Durante el recorrido habrá dos ocasiones en que se bifurque y optemos por el erróneo. La señalización es confusa, cuando no inexistente.
32.- En las dehesas hay variedad de animales; lo mismo escuchas a unas cabras que ves un par de ovejas, un toro, algunas vacas, tres caballos o una docena de cerdos; estos últimos, los cerdos ibéricos, es lo más habitual, al ser ésta una de las cunas y reinos del ibérico. A saber: Badajoz, provincia de Huelva y Salamanca. Las tres en línea, el oeste peninsular.
33.- Practicamente todas están cerradas con valla de piedra rústica y puerta metálica sencilla; a excepción de ésta ¡será una finca de recreo! Parece modernista. Por ser diferente y no desagradarme la fotografié. Vamos andando y de pronto escuchamos un aleteo apresurado y cercano. Hemos levantado a algunas aves que estaban rapiñando, comiendo restos de animales. No las distinguo bien, nada estraño ya que mi visión es mala, parecen cigueñas, pero no puede ser ¡serán gaviotas! pues tienen fama de comer toda clase de inmundicias. Finalmente la prueba está aquí, se ve -ampliándola- que son ¡cigueñas!
34.- Cerca hay una gorrinera, porqueriza, una explotación de cerdos ibéricos. Después de unas cuantas idas y venidas, desembocamos en una carretera. Pregunta que nos hacemos ¿hacia donde dirigirnos? La respuesta vendrá dada en forma de caballero con mula. Nos acercamos a él y nos dice: a la derecha, Cortelazor, a la izquierda Los Marines ¿Yyy... cual cae más cerca? -llevamos dos horas y media en el cuerpo y son las dos pasadas-. Una hora uno y 10 minutos otro ¡no hay duda! a nuestro destino, que además es el inicial. Ya en Los Marines, lo primero: buscar sitio para comer, nos indican un bar que da comidas, junto a la ctra. A él que nos dirijimos y tan a gusto. El que lo regenta conoce la zona y nos indica, aprovechando la vuelta, que pasemos por la Fuente del Castaño
35.- Encontrar la desviación a la fuente también será costoso, tras dos confusas indicaciones llegamos a ella ¡viva! Es el depósito de agua de Aracena pueblo, de donde se abastecen. Adosados a una de las paredes tienen un montón de caños que fluyen ininterrumpidamente. No hay pérdida alguna, el agua que rebosa está canalizada a su vez para su uso. Mientras permanecemos allí vendrá un pastor a recoger agua en bidones para dar de beber a sus ovejas.
36.- Aún pasaremos por otra finca en que se ven dos estupendos, preciosos, caballos. Esto aquí es de lo más habitual, su costumbre de tener caballos de recreo. Simplemente para eso, recrearse. Bonita afición la suya.
En la vuelta tardaremos menos, 2 horas.
Crónica siguiente http://paqquita.blogspot.com.es/2005/01/sierra-aracena-vii-pueblo-ii-esculturas.html
PAQUITA
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