julio 04, 2006

El Festín

Réplica exacta de mi relato publicado el 23 de febrero y gestado en el mismo día.
(lo escribí sintiendo el dolor provocado en un amigo, por otros amigos y conocidos)

Se estaban dando el gran banquete.
Todo empezó como un juego, comenzaron a acechar a su presa siendo presa ellos del aburrimiento.
Primero le observaron. Sus movimientos eran gentiles, agradables, elegantes, parecía danzar en lugar de caminar.
Una hembra de la manada le olisqueó y dedidió acompañarle en, ése, su paseo; así que, como buen macho, no la rechazó y aceptó su cortejo sin más pretensión.
Al cabo de un rato decidieron pasar a la acción, y sobre ellos se abalanzaron sin compasión.
Primero lentamente y después con encarnizamiento les destrozaron, sus hígados sacaron, los deglutieron y, en plena vorágine, hasta el corazón llegaron.
Ya exhaustos de tragar y tragar, decidieron marcharse a otro lugar.
Y allí se quedaron, a la intemperie total, los restos esparcidos de lo que antes fue un juglar.

PAQUITA

1 comentario:

Caminante dijo...

¡Qué paradoja! Le hice por ti, y ahora podría aplicárseme.
Quiero creer que ninguna de las voces era tuya, o ¿estoy tan confundida?

PAQUITA