agosto 20, 2006

Va de médicos (1.2)

Se acercó a ellos por segunda vez. Urgía tomar la decisión. Transcurridas dos horas del fallecimiento los órganos se volvían inservibles, así que, pese a no haber llegado su viuda, accedieron a la extracción. Eso sí, solicitaron ver, antes, a su familiar -ya cadáver- querían comprobar directamente lo irreversible: que se había muerto. Allí estaba el cuerpo de lo que fue su hermano, frío, muy frío, en la sala, además del que se había dirigido a ellos para solicitar la donación, estaban otros dos médicos, mujer y hombre, de entre 50 y 60 años. Fue la mujer la que le acercó una gasa para parar las lágrimas que le recorrían la cara. Parecían sentir empatía.
El informe de la autopsia dijo lo mismo que el de defunción: parada cardiorespiratoria por muerte súbita.
Ocurrió el 26 de mayo de 2001. Nuestro hermano tenía 49 años. El hospital: el Clínico, de Madrid.

Los enfermos llenan las salas de Urgencias del Hospital Severo Ochoa, de Leganés, algunos son terminales, rugen de dolor. Según el protocolo de actuación hospitalaria, deberían subirlos a la Unidad de Cuidados Paliativos para que tuvieran una muerte digna, pero ... no hay camas ¿Qué hacer? ¿Escucharlos insensibles mientras se retuercen de dolor? ¿Ayudarlos a bien morir?
Por haber elegido la segunda opción fue cesado en marzo del pasado año el jefe del Servicio de Urgencias de dicho Hospital, al que le han seguido otros ceses, como los de los Jefes del Servicio de Radiología y otro más, por apoyar la actuación del doctor Montes.
El Hospital público Severo Ochoa, se ve sometido desde entonces al acoso y derribo de la Consejería de Sanidad de la comunidad de Madrid, teniendo que soportar la tensión consiguiente los sanitarios que en él desarrollan su función y sufrir el descrédito. ¿Hasta cuando?

Es el hospital de referencia en trasplantes de hígado, eso dicen, de eso se jactan, hablamos del 12 de Octubre, de Madrid. Para ser trasplantado hay que estar en una lista de espera, lista que se confecciona de acuerdo a unos criterios que se pretenden objetivos. Es vox populi que, hace 3 años, un personaje "famoso" de la canción estuvo en las habitaciones "privadas" del hospital, tras trasplantarle un hígado, donado altruistamente por la familia de algún fallecido por accidente o de forma repentina. Fue tratado de manera especial y se especula con la cifra de 3 millones ¿de euros, pesetas? no lo sé.
Comenzó a tener molestias en el año 2000, tras las pruebas correspondientes se confirma que padece de hepatitis C. Se le trata con la medicación al uso y no responde a ella, caso muy frecuente, por lo que se la eliminan. Es bebedor de cerveza y fumador, le dicen que de alcohol nada y se pasa a la "sin". Puesto que va en picado pasa a la unidad de Trasplantes del citado hospital, le someten a un examen oral, él responde de buena fe ¡es por su bien! y ... por eso, no le incluyen en la citada lista de espera, no cumple el requisito de 6 meses previos sin probar el alcohol -la sin tambien tiene y nadie se lo había dicho-. Tambien por "su respuesta" se paralizan las pruebas a que estaban siendo sometidas sus hermanas, con la finalidad de hacer el trasplante de "vivo". El Hospital no les dice los motivos de la no inclusión en lista, ni de la paralización, simplemente lo hace.
Tras varios ingresos en Urgencias, por encefalopatías e infecciones varias, se produce el último en abril pasado. Les citan en la Unidad de Trasplantes, estoy presente, y les comunican "ahora" su inclusión en lista. El diagnóstico que les dan en la Unidad de Cuidados Intensivos es fallo multiorgánico y la operación es inviable porque supone 10 horas de quirófano, imposibles de resistir en el punto de degradación a que ha llegado el paciente ¿?
Falleció el 9 de mayo de este año. Tenía 41 años, era la pareja de mi hermana y padre de su única hija de 8.
Fue abandonado por la sanidad pública, cedida a la Comunidad de Madrid ¿Es eso una buena gestión?

Este artículo va por ti, Ceci, Cecilia, mi hermana, mi niña.

PAQUITA

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Comprendo tu dolor. Comparto tu diagnóstico de la sanidad madrileña. Mi solidaridad.
Epv

Anónimo dijo...

Terrible.

Un beso para vosotras...