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¿Tenemos derecho? Las ovejas australianas y el mulesing
Australia produce en la actualidad cerca del 30% de la lana mundial, centrada principalmente en la cría de ovejas merinas, que producen una lana de alta calidad y gran valor comercial. Estas ovejas sufren la parasitosis de las larvas de una mosca llamada Lucilia Cuprina, debido a la característica piel arrugada de esta ovejas. Pues bien, lejos de utilizar medios más lógicos y humanos de controlar las parasitosis, los granjeros autralianos emplean un cruento procedimiento llamado mulesing. Las ovejas son inmovilizadas mediante barras metálicas, y, a continuación, se les cercenan trozos de piel y carne de la zona perianal, usando unas tijeras de podar, con el animal plenamente consciente y sin anestesiar. La oveja es abandonada así, con las heridas abiertas, y sin administrarle ningún tipo de medicación, hasta que cura la herida, o fallece a consecuencia de una infección.
Además, como culmen a esta maravillosa existencia, cuando las ovejas dejan de ser productivas, se las envía, hacinadas en barcos, en travesías que pueden durar meses, principalmente a Oriente Medio y norte de África, en condiciones de viaje deplorables. Durante este viaje, las ovejas heridas o enfermas son tratadas como si fueran objetos, se las lanza por la borda o se las amontona mientras agonizan. El final del viaje en destino es el degollado, mientras aún están conscientes, en mataderos que no cumplen ninguna norma para evitar el sufrimiento animal (...)
(en su página tiene colgado un vídeo ilustrativo. Paquita)
3 comentarios:
si algún día adquiriéramos la cordura suficiente (o el valor) para recharzar todo lo que suponga maltrato animal o a la naturaleza, nos moriríamos de hambre. Mucho queda por andar.
¡hija por Dios, que sanguinaria estás!!
Ayer los galgos, hoy las ovejas...
Como poco, pero de ésta me haces vegetariana.
Un beso y una sonrisa.
Gracias por el enlace, Paquita... siempre es bueno dar a conocer estas cosas...
Un abrazo...
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