Amistades Convenientes

Se conocían de muchos años atrás y, sin embargo, nunca fueron realmente amigos.
Habían compartido excursiones, desayunos, comidas, meriendas, cenas, casa, incluso, ... incluso la cama. Muchas cosas, casi todas materiales, pero no habían ido más allá, se lo tenían prohibido, voluntariamente prohibido.
No se tenían confianza, no se hacían preguntas "indiscretas", porque no querían recibir el mismo trato -ese tipo de preguntas-.
Era lo suyo ¿Amistad o Conveniencia? Esa era una cuestión que no les suponía problema alguno, porque tampoco se la planteaban, habían optado, conscientemente, por hacerse las menores preguntas posibles.
Las cosas eran así y así debían continuar.
Modificar algo era doloroso, suponía remover y removerse, cambiar de postura, y lo más cómodo... lo más comodo era no hacer nada, dejar pasar la vida, dejar pasar los días, dejar... pasar.
¿Que se perdían algo por el camino? ¿Quién lo sabía?
Sólo los que lo habían transitado, los que se habían esforzado, los que realmente habían "vivido".
Ellos... ellos... siguen juntos.

A los que unió el amor... de una gran amistad.

PAQUITA

AÑADIDO y al margen de lo anterior:
¡Paco! estás ahí, sí tú el de Albacete, yo soy la de Alicante, corrijo, la que compartió contigo unos días en Alicante, junto a 300 personas más ¡que no haya malentendidos!
Es que, verás, algo me dice que me estás leyendo, deben ser los espíritus que juguetones quieren que hablemos, que contactemos.
Si he acertado hazte visible y si no hazte visible también, ya sabes, de forma... escrita. Nos vemos, en nuestra forma corpórea, en octubre.