Publicado por Júcaro el 17 Mayo 2010 14deabril.wordpress.com/
La cosa se pone dura, y más que se va a poner cuando tenemos que soportar a la sacerdotisa Cospedal columpiándose en los cuernos de la estulticia y pariendo sus habituales chorradas.
Según la secretaria general del Partido Popular, el PP se transforma en el Partido Progresista de los Trabajadores. Hay políticos obscenos en todas las formaciones y en todas puede que se solapen los políticos más decentes. Tal vez nos hiciéramos un favor a nosotros mismos, como ciudadanos, si en vez de escribir de unos lo hiciéramos de los otros, si en vez de ocuparnos de los bocazas le mostráramos nuestro mayor desprecio ignorando sus intentos por ganar protagonismo a cualquier precio, la mentira incluida. Siempre que me ocupo de estos agitadores, me planteo lo mismo.
La caradura de Cospedal no tiene límites. La misma que dijera que el PP estaba siendo perseguido por jueces, fiscales, policía y Gobierno, sin presentar prueba alguna distinta de la propia de su desparpajo y deshonestidad política, es la que ahora presenta al PP como el partido progresista de los trabajadores. Esta idea en el seno del PP no es nueva; ellos que ocupan todo el espacio político de la derecha, incluida la ultra, pretenden ocupar espacios que le son ajenos y que solo le interesan como caladero de voto. La imagen que ilustra el post, la tomé el verano pasado en una web que no recuerdo y que lamento no poder enlazar como mereciera. Ahora aprovechando lo del zapatazo, esta señora, la de varios sueldos, trata de burlarse de todos con un lenguaje soez y mendaz con el que pretende captar a cuantos se dejen seducir por tan burda verborrea.
Uno de los daños colaterales de las nueve medidas de Zapatero, es precisamente este. El tener que escuchar las sandeces de la caverna más reaccionaria. No quisiera sacar a relucir el argumentario del PSOE para rebatir a esta señora, pero todos sabemos cuándo se han producido los incrementos mayores en el salario mínimo o de las pensiones más bajas. Todos sabemos que este supuesto progresismo —tiene bemoles la cosa— del PP se expresó en su oposición furibunda y radical de las leyes de matrimonio homosexual, del aborto, de igualdad, contra la asignatura de Educación para la Ciudadanía o portando la pancarta de Rouco y sus secuaces.
No justificaré las nueve plagas del Gobierno, pero mucho menos asentiré, callaré o miraré para otra parte ante las insidias y provocaciones de esta derecha insolente y mendaz. No por dar la espalda a las nueve agresiones de Zapatero, los trabajadores debemos tirarnos en brazos de unos políticos que están demostrando que sólo le interesa el poder que ellos puedan ocupar y que de los trabajadores sólo le interesan sus votos.
En este sentido me hace reflexionar José Luis Álvarez, en El asesinato político de ZP, cuando escribe: «proteger al presidente para que no se convierta en chivo expiatorio, de unos interesadamente, de otros ciegamente, se debe convertir en prioridad de la izquierda. No por él. Por ella misma».
PAQUITA dijo... 27 Mayo 2010
Lo escrito -comentado por mí- en tu texto siguiente, es de aplicación integramente aquí. Qué de sinverguenzas que nos tachan de estúpidos sin rubor alguno. Todo por la pasta.
¿El bien general? ¿El bien? ¡Será el General! ¡Son el general!
No hay comentarios:
Publicar un comentario