(... viene del 18 de agosto... )
Bajo un diminuto boj,
en un rincón del jardín,
sin saber cómo,
vive una prímula del Pirineo.
Es un milagro
que el duro invierno de Madrid lo consienta;
aunque, tengo entendido
que más duros son los inviernos
de Sebastopol y de Pekín,
y, no por eso, son menos bonitas
las flores de allí.
Nadie se imagina
lo feliz que me hace
ver cómo cada año
se repone de sus heridas
y viste su traje amarillo de abril.
La prímula es más que una flor;
es la prueba más consistente
de que todo está por hacer.
Blas Mendiola Mínguez, inédito. Blas ama la montaña, el frío, la nieve, el viento en la cara. Ama la naturaleza. La vida…
(continúa -LA PRESENTACIÓN- el miércoles próximo... )
2 comentarios:
M´AGRADA ¡¡¡¡
¡Ainda préstame, a esgaya!
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