Publicado el 22 Jul 2011 en el blog de noticias del Parque Lineal y Cuenca Baja del río Manzanares blog.parquelineal.es/2011/07/milano-negro/#more-2049 Título original: Milano Negro, rey de los cielos del Parque Lineal del Manzanares
El Milano Negro permanece estos días de visita en el Parque Lineal del Manzanares. Sólo será hasta finales de este mismo mes, en el que comenzará un largo viaje migratorio hacia el África Tropical.
Hasta hace bien poco era muy fácil ver al Milano Negro sobrevolando el río Manzanares a la altura de VillaVerde, en el Tramo 2 del Parque Lineal. Desgraciadamente las obras del AVE a Levante están suponiendo que esta y otras especies abandonen la zona, empobreciendo lo que hasta hace poco era cielo del Milano Negro, de la Grajilla o de la Cigüeña Blanca.
Hay que perseguir aguas abajo al río para ver al Milano Negro, al menos lo suficiente para dejar de oír los trenes de Alta Velocidad. No es difícil, es un animal bravo que se sabe rey de las orillas del Manzanares. Allí no dudará en sobrevolar orgulloso nuestras cabezas si su presa se cruzara en nuestro camino.
Todas las fotos de este artículo han sido tomadas durante un breve paseo por el Parque Lineal.
Con un vuelo majestuoso, como el de una gran cometa que domina el aire, el Milano Negro habita, probablemente por centenares, el Parque Lineal del Manzanares. El incremento de parejas que se ha producido este año puede ser debido a una primavera especialmente húmeda y calurosa que ha poblado el Parque Lineal de conejos y otros pequeños mamíferos, dando nombre de nuevo a nuestra tierra hispánica.
No es que el Milano Negro sea un gran gourmet. De hecho es un ave rapaz omnívoro y oportunista. Come desde peces y anfibios hasta pequeños mamíferos, reptiles e incluso insectos de gran tamaño. Es esta dieta variadísima, amén de que no le hace ascos a la carroña o incluso a la basura, la que le ha permitido adaptarse con enorme eficacia a entornos altamente mediatizados por el hombre o con escasez de alimentos.
No en balde es frecuente verlo en las carreteras de nuestros montes y campos, sobrevolando los coches en espera de que algún incauto animal sea atropellado. No pocas veces es el propio Milano Negro el que acaba bajo las ruedas de nuestros vehículos.
El Milano Negro es muy similar al Milano Real, especie con la que puede confundirse. De hecho las sutiles diferencias visuales que nos ayudarán a diferenciarlos son pocas: la cola más ahorquillada del Milano Real o sus manchas más blancas en la punta inferior del ala, así como el pecho más claro y anaranjado de este, apenas lo diferencian del Milano Negro para los poco experimentados observadores humanos. Confundirse en el Parque Lineal es posible, porque ambas especies lo habitan.
La característica externa más destacable del Milano Negro está en su nombre: lo oscuro de su plumaje. Aunque evidentemente no es la única.
Al hecho ya comentado de su caza oportunista, propensa a asediar a las presas más débiles, se unen otras como la tendencia a adornar sus nidos con restos, entre los que tiene gran predilección por el plástico blanco, haciendo gala de nuevo de su capacidad incesante de adaptación. Se piensa que esta práctica les sirve para marcar su capacidad combativa, como señal de advertencia a otros competidores por el espacio. Una especie de cinturón de color como el usado por los karatecas.
Milanos negros sobrevolando los cerros del Parque Lineal
Otra de sus costumbres es la de anidar en los árboles, pero no le gustan los bosques cerrados, ya que dificultan su caza. Cumpliendo con la expectativa que ya debe haber levantado en el lector, efectivamente en este comportamiento también el Milano Negro se ha adaptado, anidando en cortados rocosos, como los yesíferos que jalonan todo el Parque Lineal del Manzanares, y en los que pone sus huevos en abril. Las crías no tardarán en desarrollarse lo suficiente para entre julio y agosto comenzar el largo viaje de vuelta a África.
Vemos como el Milano Negro se ha adaptado, al igual que otros cientos de especies animales y vegetales, al breve espacio natural que hemos dejado resistir en el Parque Lineal del Manzanares. Echar a perder ese magnífico esfuerzo por un capricho humano, sería imperdonable.
El paisaje original del Parque Lineal, por árido y pobre que parezca al alejarse del río, es un ecosistema en frágil equilibrio que debe protegerse y potenciarse. Los cerros, secarrales a la vista del desconocedor o del desinformado, son auténticas despensas repletas de una riqueza biológica única. Conocer este entorno debería implicarnos en su absoluto respeto, empezando por nuestra propia actitud personal hacia él.
No será posible seguir viendo al Milano Negro patrullando el río Manzanares si nuestra actitud persiste. El desdén por un paisaje en el que no hay una atracción acuática, por muy olímpica que sea, es un cáncer para el Parque Lineal del Manzanares y para el Patrimonio natural de todos los madrileños. El impacto medioambiental de las nuevas vías de comunicación, son otro.
No esperemos que el Milano Negro (ni prácticamente ningún otro ser vivo) se adapte a las nuevas aberraciones que amenazan e invaden el Parque Lineal del Manzanares. Seamos conscientes del tesoro que perdemos si no actuamos con la cordura que se espera de todos nosotros.
PAQUITA dice: 28 Julio 2011 a las 23:46
¡Qué guapo! y… ¡qué de fotos de milanos en el parque!
Pondré un enlace al art. dentro de un tiempo, para mantener cierta distancia con la publicación original.
Saludos desde aquí al lado: PAQUITA
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