El pasado 25 de septiembre, mientras la calle se convertía en un festival de la brutalidad, mientras miles de personas clamaban por sus derechos, por una vida digna para sus hijos... una nueva traición se perpetraba en el interior del congreso... en lo más profundo de ese "legítimo templo de esta democracia".
> Mi rabia ya no es sólo para Rajoy (porque ya no es Rajoy el único responsable), ni siquiera para el resto de esa hipócrita ralea que algunos todavía llaman oposición... esto es para vosotros, perros de jauría... vosotros, comentaristas de moda, tertulianos de medio pelo, opinadores de lo que se les manda, siervos agradecidos que llenáis televisiones y periódicos con frases conciliadoras que ya no creen ni los patéticos meapilas en que os han convertido.
"No todos son iguales"
"Protestad, sí... pero no olvidéis el respeto debido a las instituciones"
"Prudencia... mirad que si no tenéis cuidado, podéis poner en peligro el sistema democrático"
"No, por dios... eso no... eso sería un golpe de estado"
¡Malditos seáis y malditos sean los padres de vuestros padres!
El 25 de septiembre los golpes del estado estaban afuera del parlamento, sobre las espaldas de los ciudadanos... justo al otro lado de la pared del hemiciclo... muy cerca de donde los legítimos representantes del pueblo se negaban (otra vez) a rebajar sus obscenos sueldos, e incomodar el bolsillo de los grandes millonarios y sus paraísos fiscales.
> Ya lo hice hace tiempo... pero hoy me repito. Yo os maldigo... ¡Cuanto os desprecio! ¡Cuanta repugnancia me produce vuestro miedo de esclavo! ¡Y cuán ocupados estáis en compartirlo con los demás!
Hoy he visto con mis propios ojos una infinita hilera de coches oficiales aparcados a lo largo de la calle Mayor de Madrid... eran tantos que ya sin lugar en donde aparcar, se limitaban a dar vueltas y vueltas por el barrio hasta generar un bochornoso atasco que ha paralizado todo el centro de la ciudad... eran las honras por la toma de posesión de Ignacio González como nuevo presidente de la comunidad de Madrid.
> Hoy he conocido a una mujer que guarda ocho toneladas de tapones de plástico y que necesita otras quince para poder comprar una silla nueva a su hijo tetraplégico de ocho años... es la única salida que la queda... sin trabajo... sin ningún tipo de ayuda pública... mendigando tapones por la calle...
Veo esos lujosos coches y pienso que si existe algún tipo de justicia en este mundo, esos indecentes de cuello duro que cubren el "amplio arco político", habrán de rendir cuentas tarde o temprano, habrán de ser llevados ante un tribunal que les juzgue y condene por sus terribles delitos... o habrán de pagar de cualquier otro modo.
> Y ahora adelante voceros, estómagos agradecidos, miserables de cien al duro... decidnos otra vez que no abramos de par en par las puertas del congreso de una puñetera vez para ventilar ese nido de alimañas... mejor contemplad esta ignominia y repetid de nuevo como de costumbre... y como uno sólo...
"ESTO NO ES UNA DICTADURA... ESTO TODAVÍA ES UNA DEMOCRACIA"
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Uno comentario, seleccionado por mí y su "Alto" Interés:
Parma 2 de octubre de 2012 13:04... Pues chico, yo no te he pedido que me salves ni te lo pediré. Vosotros erais 7.000, 10.000 o 170.000 (soy generoso. Los que no estábamos alli dejándonos manipular por los perroflautas golpistas somos varios millones. Como en el 34, la izquierda a ganar en la calle lo que ha perdido en las urnas. Ya me lo conozco. Maldicemé que me la bufa.
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