La intuición de Freud de la relación íntima entre la mierda y
el dinero es certera, y como la mierda, el dinero puede
servir de abono para obtener "cosechas", lo que pasa es que
a partir de ciertos límites, como la masa crítica en la
primitiva bomba de uranio, la acumulación de esa mierda en
pocas manos... se vuelve explosiva. Se forma uniendo la
codicia —que no es mera ambición: esta suele verse
satisfecha a veces, aquella nunca, no se tiene bastante
jamás— a la ignorancia (insensibilidad para algunos, para mí
es lo mismo). La unión de codicia más ignorancia forma un
potente explosivo capaz de demoler todas las cosas bellas
de este mundo, desde las vidas dignas de las gentes, a la
belleza del entorno o los logros sociales: BOOOM!!!, porque
el apropiador y acaparador de la plusvalía y el destructor de
la belleza del mundo es el mismo agente social. Unos lo
llaman capitalismo (aunque sea ‘de Estado’), otros ‘mercado’
(¡para alabarlo!) o hasta economía financiera, y otros…
humanos casi como nosotros, casi., pero más listos, según
ellos. Listos porque dicen saber lo que nos conviene al
resto que, casualmente, siempre es lo que les conviene a
ellos. Codiciosos, sí, pero ignorantes.
el dinero es certera, y como la mierda, el dinero puede
servir de abono para obtener "cosechas", lo que pasa es que
a partir de ciertos límites, como la masa crítica en la
primitiva bomba de uranio, la acumulación de esa mierda en
pocas manos... se vuelve explosiva. Se forma uniendo la
codicia —que no es mera ambición: esta suele verse
satisfecha a veces, aquella nunca, no se tiene bastante
jamás— a la ignorancia (insensibilidad para algunos, para mí
es lo mismo). La unión de codicia más ignorancia forma un
potente explosivo capaz de demoler todas las cosas bellas
de este mundo, desde las vidas dignas de las gentes, a la
belleza del entorno o los logros sociales: BOOOM!!!, porque
el apropiador y acaparador de la plusvalía y el destructor de
la belleza del mundo es el mismo agente social. Unos lo
llaman capitalismo (aunque sea ‘de Estado’), otros ‘mercado’
(¡para alabarlo!) o hasta economía financiera, y otros…
humanos casi como nosotros, casi., pero más listos, según
ellos. Listos porque dicen saber lo que nos conviene al
resto que, casualmente, siempre es lo que les conviene a
ellos. Codiciosos, sí, pero ignorantes.
La felicidad, sin embargo se cobra tributo en esos listos
codiciosos ignorantes, porque como su insatisfacción es
onsubstancial a ellos y nunca tienen ni tendrán bastante,
entre las muchísimas cosas que no saben que no saben
(Necio: el que ignora lo que ignora, de nes-cius: sin ciencia)
no saben, precisamente, que no es más feliz el que tiene
lo que quiere, sino el que quiere lo que tiene. Sin
conformismos, pero sin codicia y también sin ignorancia.
codiciosos ignorantes, porque como su insatisfacción es
onsubstancial a ellos y nunca tienen ni tendrán bastante,
entre las muchísimas cosas que no saben que no saben
(Necio: el que ignora lo que ignora, de nes-cius: sin ciencia)
no saben, precisamente, que no es más feliz el que tiene
lo que quiere, sino el que quiere lo que tiene. Sin
conformismos, pero sin codicia y también sin ignorancia.
También me dan miedo —son los mismos— "la gente
como Dios manda", "lo razonable", "lo que dice el sentido común"
como Dios manda", "lo razonable", "lo que dice el sentido común"
Me voy a disfrutar de lo que tengo, sabiendo, siendo
consciente de mis privilegios. No me lo merezco más que
un inmigrante llegado en patera, pero así están las cosas;
aunque no es la ley de la gravedad, se puede cambiar,
cambiando a los humanos, tarea dificil.
consciente de mis privilegios. No me lo merezco más que
un inmigrante llegado en patera, pero así están las cosas;
aunque no es la ley de la gravedad, se puede cambiar,
cambiando a los humanos, tarea dificil.
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