marzo 25, 2009

Aristócratas, naturalistas y "snobs"... (+ Lansky)

(Publicado por Lansky el 4 de febrero de 2009, en 7:53 AM, como continuación a su "Forja de un Naturalista". Nombre del blog: : CIELOS DE MERMELADA - Lansky al habla. A mí me encanta lo que dice y cómo lo dice, es bellísimo. http://www.lansky-al-habla.com/
PAQUITA... la dedicatoria es suya, por supuesto)

"Para mi amigo Angelito, de Sevilla, que tiene heridas de flecha, pero no colecciona urogallos disecados como otros"

Ayer, 3 de febrero, arrimé tanto el ascua a mi sardina que me puse demasiado excelso en la loa de los naturalistas, un corporativismo intolerable; corrijo pues.

Ibsen Martínez es un matemático y narrador mejicano que me encanta, porque reune saberes tan distintos aunque complementarios como los del científico que conoce la historia de la Ilustración científica y el buen poeta dramático. Martínez coloca al paradigma del viajero ilustrado, Alexander von Humboldt en las regiones selváticas de México, América Central y del Sur (Viaje a las regiones equinocciales del globo, donde relata el barón aludido esos itinerarios, es también una maravilla disponible). Vemos al ilustrado alemán cargado –bueno, los lleva a lomos de mula o de nativo al efecto- de instrumentos astronómicos, herbarios y bichos disecados, afanoso por esos confines del mundo, buscando la exuberante exageración naturalística de esas zonas apartadas. Pero Humboldt está cansado, bosteza, se echa la siesta que descubre como costumbre diaria, y la realidad le empieza a parecer tan horrenda como normal. Se educa en el sopor, aprende a sacudirse los bichejos molestos sin concederles una segunda mirada, digamos, de naturalista. El explorador está derrotado, el naufragio, eso sí, es paulatino, insidioso, no heroico. Pero tiene que regresar a Europa, como advierte Juan Villoro, con una buena colección de rarezas. Entonces elabora un relato que es la crónica fantástica de un viaje normal. El barón es cada vez más sensato y está cada vez más aburrido y fastidiado, pero infla y requeteinfla su relato; le da al público lo que pide. Al llegar a la civilizada Europa le comenta a su compañero, el botánico Bonpland (y lo hace muy mexicanamente): “Pasa que se nos pasó la mano y nos jodimos, viejito. No se puede andar por ahí, galanamente, recogiendo mimosas y nombrando cocodrilos. Sobre todo para quienes ignoran que el caimán del Orinoco no es estrictamente hablando un cocodrilo…” Al final ya sólo les preocupa el botín, los especímenes disecados para los gabinetes de Historia Natural europeos; eso y el relato trucado. Martínez nos muestra con sorna triste que los brillantes exploradores de la selva virgen acaban como vulgares taxidermistas fraudulentos. Y los cocodrilos, que no son, transformados en dragones rellenos de serrín para coleccionistas caseros.

Lo único bueno que le queda al Humboldt de Martínez es la pereza. Dice Villoro: “el hombre que cierra los ojos en la selva guarda mayor armonía con el entorno que quien desea catalogarla con un herbario de fábula”. Y remeda a Goya: “El dormitar de la razón evita monstruos”.

Fowles es algo más preciso. El personaje principal de su novela El coleccionista es eso, un coleccionista de mariposas oscuro y gris. Hasta que un día decide coleccionar a una bellísima e inalcanzable vecina (Samantha Eggar en la película de William Wyler) y la secuestra. La novela fue confundida con un thriller, no lo es. El autor deja implícitamente claro y explícitamente en sus ensayos que el coleccionismo es una forma rudimentaria, válida sólo inicialmente, del amor y el conocimiento sobre la naturaleza. Fowles usa siempre personajes que pertenecen a la dicotomía de Heráclito: aristoi o polloi. Miranda, la secuestrada es hoy aristoi, Clegg, el secuestrador y coleccionista es hoy polloi. Líderes o ciudadanos comunes. El pollos es el coleccionista, el aristos (aristócrata en el sentido de los griegos), el artista o mago (ver su novela El mago); dos tipos básicos de ser humano: el egoísta y nada imaginativo acaparador de belleza, que mata a la mariposa para poder poseerla, y el aristoi altruista y hasta creador de esa belleza que, lejos de atesorarla, desea compartir para educar a los demás en su contemplación.

La mayoría de los naturalistas y biólogos de campo que conozco (aunque se limiten a tomar fotografías) pertenecen a la primera y más zafia categoría y nunca consiguen acceder a la segunda. Son los más intolerantes, los más severos con el resto de sus congéneres polloi que ignoran que cosa es una Vanesa attalanta.. Por otra parte, los mal llamados (en el sentido presocrático) aristócratas, suelen incurrir en el desagradable vicio del coleccionismo más ostentoso, como los nuevos ricos y los “parvenues”. En cambio Humboldt, padre de la biogeografía y la geografía física modernas, nunca fue un mero coleccionista, con o sin siestas.

Finalmente recuerdo el cuento “Cosas” de D.H. Lawrence, en el que una pareja de coleccionistas termina perteneciendo a sus objetos. En realidad, los anticuarios –a mí me "atacó" uno en este blog a tenor de un post sobre La mano- son lo opuesto a los amantes del arte, -al igual que los proxenetas son lo contrario a los amantes de las mujeres- es decir, cruces entre usureros y coleccionistas. Pero bueno, como decía un personaje de Hemingway en El viejo y el mar, “No pienses en el pecado (…). Hay gente a la que se le paga por hacerlo”.

En lo del contacto con la naturaleza, la búsqueda obsesiva de lo exótico y raro suele denotar finalmente cierto desinterés por el espectáculo gratuito de la naturaleza, cierto esnobismo miope. Como el replicante de Blade Runner, confieso que he visto cosas…he visto leones caminado por la playa junto al mar, buscando cadáveres de ballenas varadas (en Namibia), pero…no quisiera ser como ese conde parisino que, tras la Primera Guerra Mundial en la que muchos habían sido heridos de bala, él presumía de tener “heridas de flecha”, que es mucho más chic.
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Y para seguir con el tema desde otras visiones: (consejo de Lansky)
alvaroerices.blogspot.com/2009/01/cazador-de-mariposas.html
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(Acabo de leer esta narración y me cautiva cómo lo hace Lansky -narrar-. Barcelona vs. Madrid , publicada el 17-mar-2009. Aconsejable. PAQUITA)

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