junio 12, 2006

Lunes 12 de junio: Varios

¿Hasta cuando el estado israelí va a seguir masacrando a la población palestina? En un muy corto espacio de tiempo han dirigido varios bombardeos indiscriminados sobre la población civil en la franja de Gaza, matando e hiriendo a decenas de adultos y niños.
Hasta cuando, pregunto ¿cómo si no supiera la respuesta? Hasta que Dios, o sea EEUU, quiera.
Recuerdo mis 16 años leyendo -leí mucho,muchísimo- Exodo, de Leon Uris, que trataba, precisamente del éxodo del pueblo judío -esa invención bíblica- a la tierra de Israel. Según lo narraba, aquella era una aventura heróica, y luego aquello de que hicieran un vergel del desierto, parecía el milagro, sí, el milagro por antonomasia. Con los años te enteras, de que lo que hicieron fue invadir un territorio que ya estaba ocupado por otras personas -los palestinos- que lo hicieron por una concesión extraordinaria de los países vencedores en la II Guerra Mundial, obviando los derechos de los pueblos ocupantes, y para más inri, en el año 1967, invaden por sus "santos cojones" otros territorios aledaños: las franjas de Cisjordania y la de Gaza. Y ahí siguen, por que sí.
En cuanto a lo del milagro israelí ¡una leche! otro camelo. La sobreexplotación de los suelos desérticos con agua de pozo acaba salinizándolos y empobreciéndolos por los siglos de los siglos. Lo que está pasando en Almería, ahí mismo.
Los métodos de cultivo tradicionales se están demostrando los más sabios, con más perspectiva de continuidad, de conservación, de legar a los que nos sucedan algo más que un erial.

Paso a otro asunto, éste, que me lacera muy de cerca, por proximidad geográfica y emocional, el de los médicos del servicio de urgencias del Hospital Severo Ochoa de Leganés, en entredicho desde marzo del pasado año, 15 meses aguantando la tensión de haber sido "señalados" por "la mano divina" del Lamela. Jodido Lamela, cabrón de Lamela, arrastrando por el fango el trabajo de un gran equipo, de la sanidad pública. ¿Argumento? Las sedaciones "indebidas", en dicho servicio, a enfermos terminales. Porque eso debe hacerse en Cuidados Paliativos, en su planta oportuna. Hasta aquí bien ¿Y si no hay camas suficientes en Cuidados Paliativos y hay enfermos que necesitando dicha Medicina Compasiva tienen que estar ubicados en el servicio de urgencias, a través del que han entrado en el hospital? ¿Que hacen los médicos de dicho servicio? ¿Envían a los enfermos terminales agónico a su casa? ¿Se quedan viendo su sufrimiento, y en caso de no mirar, escuchándoles en su agonía? ¡Que se jodan unos y otros!
De los 4 médicos encausados, uno no ha aguantado más y se ha ido a trabajar a otra Comunidad cercana ¿censurable? Claro que no.
Una tensión sostenida durante demasiado tiempo, somete al organismo a un estrés tal que lo aboca a la ansiedad, ansiedad que en algunos casos mutará en depresión -versus, yo misma-
Tanto una como otra, no son aconsejables a nadie y para nada. Recuerdo -no lo olvido, no quiero olvidarlo, porque no quiero repetirlo- el 10 de mayo de 1993, estaba en la oficina, en la agencia de Getafe, descontrolada, alborotada, de pie, dando vueltas por ella como león enjaulado. Sin saber qué hacer, sin saber qué me estaba pasando.
Llevaba varios meses con mucha presión en el trabajo, se me hacía responsable de casi todo, me exigía mucho a mí misma, el último caso que saqué fue muy duro, el abogado que lo llevaba era un jilipoyas total, el asunto lo tenía yo requetedemostrado, y, pese a ello, estaba empecinado. Para más inri, se me presentó el interesado, me llamaba por teléfono, decía que conmigo padecía de síndrome de Estocolmo. Estallé -con el tiempo supe que le habían embargado la vivienda, mierda del abogado que no aceptó nada-.
La situación en mi hogar tampoco era relajante, mi madre convivía con nosotros, por decisión mía y contrariando la de mi pareja, lo que me suponía aguantar más dislates de los necesarios u oportunos. Acabé mal, muy mal. No dormía, nada, no comía, pasaron los días, llegaron a siete y aquí, ya, mi pareja me tomó "de su mano" y me llevó al médico de cabecera. Su diagnóstico fue rápido y acertado. Depresión. No así la medicacion que me recetó, que me produjo alucinaciones, las primeras, las únicas de mi vida. Buscamos a un psiquiatra, que resultó "una", después tuve otra y finalmente acabé en Isidro, donde continuo. Así que, tengo psiquiatra, como los estadounidenses ¡con lo poco que me gusta emularles!

Y colorín, colorado. PAQUITA

1 comentario:

Caminante dijo...

ESTA DECLARACIÓN MÍA, HONESTA, DE ACEPTACIÓN DE MÍ MISMA, SIRVIÓ POCO DESPUÉS DE BURLA PARA ALGÚN DESCEREBRADO/A .Pobres de espíritu. Paquita