La noche de San Juan... (+ Paco Huelva)

Copiado de la página de Paco http://minombre.es/pacohuelva/ y publicado el 18/Junio/2007 en ARTÍCULOS.

LA NOCHE DE SAN JUAN

El día más largo del año está cercano. En el hemisferio norte, donde habitamos, el solsticio de verano comienza el 21 de junio. Justo ese día, dice la creencia popular, las hadas y otras deidades andan sueltas por los campos desparramando en quienes se toparen influjos maléficos o benéficos, según las propiedades intrínsecas de la tal.
La celebración de esta circunstancia se ha trasladado desde hace tiempo al fin de semana, concretamente, a la madrugada del día 24, festividad de San Juan Bautista. El próximo sábado, por tanto, se celebrarán en multitud de pueblos y ciudades un rito pagano consistente en realizar infinidad de piras luminosas que colorearán la noche más corta del año, exorcizando o invocando el poder destructor o sanador de las mismas. En esas inmensas teas se quemarán muebles viejos o exquisitos y artísticos monumentos de cartón piedra. Se trata de un acercamiento al fuego, uno de los tres elementos esenciales que según la génesis de la filosofía que hemos heredado por estos pagos, conformaban la totalidad de lo existente en el universo junto con el agua y la tierra.
En esa noche, pueden ocurrir infinidad de cosas. Ha de saberse que, los demonios, pueden estar escondidos en el bosque con el rijoso y lascivo objetivo de seducir a hermosas jovencitas. Que el sol, al amanecer, puede salir bailando. Que si pasamos a un herniado tres veces por la hendidura de un roble podría sanar. Que si tenemos dolencias varias, debemos saltar sobre el fuego y recobrarnos.
Las puertas de los espejos se abrirán –tal vez por ello, Borges, tenía pavor a verse reflejado- y de él, saldrán, una tras otra, todas las personas que alguna vez se miraron en los mismos y que quedaron, no se sabe por qué arte, escondidas en algún lugar del azogue. También se abrirán las puertas y ventanas de palacios, grutas y castillos encantados. Los dragones bramarán; las sirenas se orillarán en las playas a la luz de la plateada luna, en busca de romances con humanos, hartas ya, de tanto líquido elemento. Los tesoros escondidos, debido al crepitar del fuego y a la fuerza que impone la ilusión colectiva, se removerán en sus sitios para que algún necesitado pueda apropiarse de ellos… Que nadie lo dude, esa noche, un aliento sobrenatural navegará por el planeta y en él, como siempre, desde que la humanidad tiene conciencia, se entablará una lucha entre el bien (el Bautista) y el mal (el Demonio).
Si alguien llegó hasta aquí –leyendo- podría decir que no escribo más que sandeces. Pero bueno, la escritura no hace daño a nadie. Sí hace daño, sin embargo, -sólo como ejemplo- que un elemento ¿sobrenatural? como Bush declare una guerra “contra el mal” a estas alturas y que otros gobiernos lo secunden; y que millones de personas los amparen con sus votos; y que la cárcel de Guantánamo se mantenga abierta conteniendo los despojos de seres humanos maltratados por el Bautista de turno. Que Fidel, desde su observatorio sanitario, mantenga encarcelados a narradores y poetas para salvar como pueda su caduco régimen unipersonal. Que Israel siga haciendo lo que le apetezca con los palestinos. Que las pateras y cayucos sigan hundiéndose en la mar. Que no seamos capaces de resolver el terrorismo por, y solo por, cuestiones partidistas de no cesión.Ante tanta mentira, es preferible soñar, fabular… Tanta irrealidad hay en lo que nos hacen tragar y en lo que observamos a nuestro redor, como en las fábulas que nos contaron nuestras abuelas.