(Esta entrada fue escrita/publicada el 1/Febrero/2010, 6:19 por Pierre Miró/epv. PAQUITA) www.elpobrecitoveedor.net/blog/
FORO SOCIAL MUNDIAL EUROPEO celebrado del 28 al 31 de enero pasados en el E.P.A. Patio Maravillas
Los periódicos del día siguiente la ignoran. En cambio, sí sacan, un poner, a doble página, con foto incluida de botellón, un reportaje según el cual un 81% de los jóvenes madrileños tienen devoción por las copas. Que haya habido un encuentro de jóvenes y no tan jóvenes que no haya sido para concurrir a un casting, a un concierto, o a un partido de fútbol, sino para algo tan humano como hablar, eso no es noticia. Cuando los que hablan se reúnen en Davos, eso sí es que noticiable. Allá se ventila el destino del mundo. Acá se le da vueltas a ver cómo leches desenredamos la madeja davosiana.
La tercera acepción del DRAE para el vocablo foro dice: “reunión para discutir asuntos de interés actual ante un auditorio que a veces interviene en la discusión”. Eso, justamente, ha sido el Foro Social de Madrid. Un espacio de encuentro en el que se han tratado por un número considerable de ciudadanos/as asuntos de interés pertenecientes o relativos a la sociedad.
Allí ha habido tiempo para tratar desde la crisis económica y el cambio climático a las transnacionales y la renta básica; desde la educación y la cooperación al feminismo y la construcción del socialismo; desde las relaciones entre movimientos sociales y partidos políticos a la privatización de la sanidad; desde Haití hasta África; desde la cultura y las migraciones, hasta los barrios y el comercio justo; desde la ecología y la pobreza hasta el aborto y los sindicatos; desde la guerra y la manipulación de los medios al uso de la bicicleta y la economía solidaria…
Y así hasta 79 talleres, en los que las aulas de un instituto público, en su mayor parte, y de una mínima parte de un edificio okupado, se han llenado a rebosar de hombres y mujeres de todas las edades, aunque, obviamente, con predominio de los más jóvenes. Sí, de esos jóvenes de quienes se dice que no están interesados en nada. Allí he visto mogollón de gente solidaria de lo más heterogéneo que ha intervenido en calidad de ponentes, de intervinientes en el debate o simplemente de escuchantes. Porque allí no había oyentes. Los oyentes van a un lugar que no les apetece mucho y no escuchan lo que se está hablando: oyen como el que oye llover. La gente que yo he visto atendía lo que allá se dilucidaba, tomaba notas, asentía, aplaudía o discrepaba. Pero escuchaba.
Había debates para todos los gustos y por eso cada cual se incorporaba al que le apeteciera más. Y se ha hablado de alternativas, resistencias, luchas pacíficas, sindicales o políticas, y modos de cambiar la insoportable realidad de injusticia y desigualdad mundial. Y se han escuchado testimonios de gentes de todo tipo que sufren persecución por sus ideas o condición social, desde representantes de los pueblos indígenas, hasta cooperantes en zonas de riesgo, desde sindicalistas amenazados a inmigrantes acosados por leyes y normas asfixiantes.
Allí nadie pedía carnets o el pase para entrar. Todo el mundo estaba, estábamos, invitados. Cuando se trata de sumar no es preciso restringir nada. Como se decía en términos deportivos, lo importante es participar. El nivel de compromiso cada cual es muy libre de decidirlo con plena autonomía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario