febrero 16, 2007

Confusión

Le sabía abatido, confuso y pensó en echarle una mano ... una mano a la bragueta.
Sus creencias estaban tambaleándose; los frágiles pilares sobre los que se sustentaban fueron colocados sobre arenas movedizas.
No se lo pensó dos veces, llamó por teléfono ... no, para el día tenía que ser directamente en ventanilla, y se marchó a la estación ¿El primer tren para El Dorado? Compró el billete y se dispuso a comer tranquilamente.
Media hora antes ya estaba en el andén, el viaje fue rápido, lo previsible, y antes de las 7 ya había llegado a su destino.
La estación era nueva para ella, nueva para todos, sin acabar, desangelada. Salió sin saber exactamente para donde tirar y decidió hacer lo que Vicente ... se fue tras la gente.
Era noche cerrada, no reconocía nada, miró por una calle, luego por la principal, sí, entraría en aquella cafetería, pidió un café -con leche- e hizo la llamada.
¡Estoy aquí! ¿Cómo que aquí? ¡Sí, en ...! ¡Estás loca! Bueno, voy para allá. Llegaré en media hora.
Ya sería algo más ... pero llegó. En el entreacto se acabó de leer el periódico.
¿Donde quieres que vayamos? Donde te apetezca a tí -está en plan complaciente- ¿Si quieres damos una vuelta por el parque? ... ¿A estas horas y con este frío? Parece cambiar de chip, callejea algo con el coche para acabar aparcándolo en un sitio que le parece discreto.
Besos, manos ¿Nos ponemos cómodos? Y ambos bajan sus corespondientes asientos.
Pilar se desembaraza de todo lo que la molesta ... que es casi todo. Él no, el sólo se abre la bragueta. ¿Para qué más? -que dirá él-. Está a gusto, le quiere, no orgasma porque en semejante situación, con tan poco tiempo, y con tan poco tiento ... ¡sería un milagro! pero no la molesta, ella ... ella no ha ido por eso. Él eyacula ... habla de la justicia ... o de la injusticia ¿Qué habrá querido decir? Pasa un tiempo ... discreto y ... ¡venga! que ya va siendo hora -dice él-.
Pilar se recompone, ambos se dirigen a la estación y ... allí ... allí la deja esperando a su tren. Se le hace tarde, cierran el convento a las 10.
Tiene noticia de que ahora está en los cartujos.

PAQUITA

Añadido días después: Es ... ¿ordinario? ¿soez? ¿de lenguaje demasiado llano? ¿sin interés? Esta historia ... ¿qué es?
Y más después ... lo he leído en "Sobreviviré" uno de los links -así lo llaman- de René.
Pregunta: ¿qué es lo que menos desea oir cuando está haciendo el amor?
Respuesta: ¡Cariño! ya he llegado a casa.
¿? ... pues yo he sonreido.

1 comentario:

Anónimo dijo...

El discursito sobre la justicia y la injusticia tenía que venir de alguna parte....jajajaj

Pues me he reido tambien...