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¿Es preciso que te cuente
por qué subimos al barco
sabiendo que se hundirá?
¡Qué locura! ¿Verda?
Probrecito el que por miedo
se quede en el puerto
esperando a que se calme la mar;
y pobrecito también los creyentes
de los que predican lo falso
por verdadero;
lo Azul por Rojo;
lo Rojo por Negro;
lo Negro por Blanco;
y lo Malo por Bueno
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