Dani Domínguez 17 septiembre, 2020
Demorar, distraer y descarrilar: eso es lo que hacen las grandes compañías de la industria del plástico para obstruir y socavar las diferentes iniciativas legislativas que tratan de poner coto a uno de los sectores más contaminantes del planeta. Esta es la principal conclusión que se desprende del informe Hablan basura. El manual corporativo de soluciones falsas a la crisis del plástico elaborado por la Fundación Changing Markets.
La organización británica ha examinado la situación actual de 15 países en los cinco continentes para revelar cómo actúan realmente los mayores contaminadores de plástico y cuáles son las asociaciones y proyectos conjuntos más destacadas para tratar de dar una imagen ecologista: “Las empresas han utilizado estas iniciativas como una táctica para demorar y descarrilar cualquier tipo de legislación progresista, mientras a la vez distraen a los consumidores y gobiernos con promesas vacías y soluciones falsas”.
Son numerosos los ejemplos que dan solidez a esta conclusión. En 1990, Coca-Cola se comprometió a vender bebidas en botellas que contuviesen al menos un 25% de compuestos reciclados; a día de hoy, 30 años más tarde, apenas alcanzan el 10%. Año tras año, la cascada de promesas rotas de Coca-Cola y otras compañías han inundado de plástico nuestros bosques, nuestros mares y nuestras calles.
El informe también revela las puertas giratorias entre estas diferentes iniciativas para combatir la contaminación por plástico: las grandes marcas de consumo o los principales productores de plástico tienen representación en organizaciones como How2Recycle, Alliance to End Plastic Waste, The Recycling Partnership o World Plastic Council, entre otras muchas. Según denuncia Changing Markets, este tipo de proyectos ha sido utilizado en países como Estados Unidos “para distraer de cualquier tipo de rendición de cuentas”, y se han amparado en falsos grupos ecologistas para transferir la culpa y la responsabilidad a la población y autoridades mientras el reciclaje les sirve como excusa para seguir produciendo más plástico.
En Europa, estos grandes productores y marcas de consumo se han centrado en retrasar la Estrategia de Plásticos y la Directiva de Plásticos de un Solo Uso (SUP, por sus siglas en inglés), que finalmente los Estados miembros deberán transponer antes del 3 de julio de 2021. Las tácticas de la industria en países como Austria, República Checa y España han tenido como objetivo socavar cualquier intento de Sistemas de Depósito, Devolución y Retorno (SDDR), mediante el cual se devuelve al consumidor el depósito que ha pagado una vez entrega el envase a uno de los puntos de recogida, alegando que perjudica a los consumidores (...)
+ 19 sept. 2020 PUBLICO.ES
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