He vuelto, nuevamente, a mi querida y temida Caesaraugusta.
La promotora del evento: Nieves, mi apreciada Nieves. Observad el nombre: nieves. Guapo ¡eh!
Lo pensó, me lo comunicó y lo realizó. Como tiene que ser, por derecho.
Nos reunió en un salón enorme, el de la asociación cultural y deportiva no se qué ¿Cultura y deporte? ¿... Pero... se pueden unir? Sí, y viene de lejos, recordar lo de "Mens sana in corpore sano" pues eso.
Los convocados fuimos cinco parejas en total, bueno, seis, que a la comida acudieron sus hijos, los de N., Sergio y Roberto, preciosos hijos, lo llevan en la cara, se les ve sanos de espíritu, buena gente... que camina, como dijo Antonio Machado Y replicó Benjamín Prado no hace mucho de determinados individuos/as: mala gente que camina, como título de un libro -si no recuerdo mal, que también podría ser-.
Se tomó mucho trabajo, cocinó demasiado... pero como le gusta.
Ah, una flor para mí -una más- solamente había ido una vez a su casa y repetí sin desviarme un palmo ¡y de memoria! sin volver a preguntar. Que hay algunos que aunque repitan una docena se siguen equivocando, sin ir más lejos mi querido queridísimo -es un decir-. Es que... hay por ahí un bulo extendido de que las mujeres no tienen sentido espacial, y yo soy la prueba de lo contrario, claro que... soy un poco andrógina, o como diría mi admirada Lola, he potenciado en exceso mi lado masculino abandonando la femineidad. Y... tiene algo de cierto, no me siento descanso del guerrero, ni débil mujer que necesita un brazo masculino que la proteja, ni amante esposa mantenida... pero ¡qué coño! que me parece que Lola va por otros derroteros. Vamos a dejarlo estar.
Después de extender la tarde más allá de lo imaginable ¿Qué hacer? ¿Despedirnos? Y si... ¿Y si nos acercamos al centro a tomar algo y dar una vueltita? Moción aceptada, salvo los eternos padres: Armando y Begoña, tienen al niño sólo en casa ¡y tiene 13 años! ¡y colabora en un programa radiofónico! Pobre criaturita -les da cien vueltas, y alguna más, verbalmente, a multitud de adultos que conozco-... claro que ¡con ese padre! Daniel, va por ti.
La idea que llevábamos de mañana era volver en el día, pero... pasadas las 12 perdimos la carroza de Blancanieves y fuimos a dormir a casa de Ángel y Rosa. Ángel -pura bondad- Rosa -con espinas indoloras, vueltas hacia dentro, que más daño le hacen a ella que al resto del mundo-. Buena gente, tímida gente.
Y llegó la mañana, y nos despedimos, y volvíamos a Madrid, pero... "en saliendo", ante los cartelones carreteriles: Dirección Madrid, Dirección Huesca, hete aquí que el conductor se equivoca, para mí que se equivoca ¡como tantas veces! y se lo digo: Si es que lo tuyo... es como ponerle a un mono un coche entre las manos. Y sigue adelante... y... me lo adelanta: Vamos a Santa Olalla, a ver si están...-es Santa Eulalia de Gállego, pero no hay quien se lo meta en la cabeza-. Y vamos, quizás tengamos suerte y hayan ido Jose Mari y Pilar -no es la Pilar de mis relatos, no confundirse, tengo muchas Pilares, todas buenísimas ¡qué coincidencia!-.
A poco más de las 11 de la mañana estamos en el pueblo. Primera sorpresa: el coche de Amalio ¡Ha habido suerte! Nos acercamos andando hasta La Placeta, Casa Buisán está cerrada, subimos a la plaza grande -la mayor- y no se ven signos de vida. Teléfono, que allí hay cobertura, llamando... ¿donde estáis? en la Ermita de Santa Quiteria (Santa Eulalia de Gállego) -¡qué de santas! esperadnos ahí que enseguida llegamos.
Esperar nosotros... pudiendo andar ¡anda venga! Y vamos.
Primero por la carretera, después por la pista, y para arriba.
Los almendros han florecido, algo que alegra la vista y a la vez inquieta; estamos a 18 de febrero, usualmente tendría que venir alguna helada más, eso no es bueno para los árboles cuando la savia se ha puesto de nuevo en funcionamiento ¡Ya veremos! También lo observamos en los árboles frutales que hay llegando a C. A.
Suena el telefonino ¿Que ya estáis en casa? Pues... ¿por donde habéis vuelto? ¡Por el camino! -nosotros vamos por pista- bueno, pues ahora ¡esperad vosotros!
Volvemos por el camino calzado -se conserva casi todo, pese a que la falta de mantenimiento, por el desuso, ha hecho que muchas piedras hayan desaparecido-. Desemboca en el pueblo mismo, mucho más rápido, sin comparación.
A pie de carretera, dos caballeros de edad avanzada -más avanzada que la nuestra, quiero decir- uno es el hermano de Beatriz, besos y abrazos, para ella y Manolo recuerdos, el otro caballero especula con su no presencia en la misa dominical ¡es que hace frío! Lo que yo digo, las iglesias son para el verano. Nos despedimos de ambos.
Reencuentro ¿Y cómo es que estáis aquí? ¿Os habíamos dicho que vendríamos? Lo estábamos hablando ahora.
Una idea súbita y que ha funcionado. Alegría general... real.
Pues... ¡nos habéis fastidiados la comida!
No es cierto, las Pilares ha hecho el mejor arroz comido por esta menda ¿lerenda? en Santolaria -que también se llama así-.
Nuestra amistad se remonta a... 1986.
PAQUITA
Para amantes de lo inútil -como yo misma-: ¿Cuánto tiempo se tarda en confeccionar este relato? Una hora y veinte minutos. Así:
hora inicio: 6h. 01´
hora terminación: 7h. 21´= hora de publicación
1 comentario:
Tiempo no se si tienes mucho, supongo que como todos andas liada.
Pero desde luego, cada dia me sorprende más la capacidad tuya para traernos cosas,...de verdad. admirable...
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