(Publicado el domingo 20 de septiembre de 2009 por pocomancha en su blog pocomancha.blogspot.com/ Va de natural/eza. PAQUITA)
Me quedé a medio camino ensalzando el meritorio comportamiento de los linces, decir a medio camino es exagerar, pongámosle a cuarto y poquito. ¿Recordáis la entrada de los linces?, bueno pues como en el sector informático sucede, los linces ya se quedan obsoletos y pasados de moda. Ahora lo que se lleva es ser como un gorrión (por dios que no lo lea ZP).
El gorrión es elegido por la hembra siempre, cuando véis bandadas de gorriones revoloteando alrrededor de uno sólo, no dudéis que el cortejo hacia una hembra de varios machos ha comenzado, nosotros no lo sabemos porque no podemos distinguir cuál es el macho y cuál la hembra. Y una vez que veáis sólo dos revoloteando y uno picoteando al otro cariñosamente, quiere decir que la hembra ya ha elegido al que cree que será mejor o como vulgarmente nos referimos a que una pareja se está enrrollando; éstas también tienen sexto sentido..., es la hembra la que picotea en el pecho al macho como señal de que lo acepta.
Ahora viene lo mejor, son un poco guarrillos porque copulan en grupo, para ellos es una actividad de grupo, eso sí cada uno con el suyo, pero les encanta exhibirse ante los demás porque quiere decir que los demás se animarán. Copulan como 200 veces al día (las 80 del lince se han quedado por los suelos), lo que hace que el corazón del macho llegue a las 800 pulsaciones, unas diez veces más que las de un humano. Pero en lo demás se asemejan bastante a nosotros, son sedentarios, omnívoros, su hábitat son los pueblos y ciudades y algunas semejanzas más.
1 comentario:
¡Lo que tenemos que aprender de los gorriones en según que temas!
Publicar un comentario