... desde la Convivencia y la Observación.
Comencé a apreciar los síntomas en los viajes por carretera.
Cuando había que cambiar de dirección lo habitual era que hiciera la maniobra contraria. Así casi siempre, quizá siempre. Opté por indicarlo, además, con la mano. Con el tiempo, leí que esas cuestiones tenían que ver con problemas de "lateralidad".
En otro momento posterior, aprecié su dificultad para pronunciar palabras que contuvieran c y f, y más si encima abundaban en la primera. Ejemplo: aflicción.
Leí, otra vez leí, vicio que tiene una, que ello tenía que ver con la dislexia y que, llevaba aparejado, no recuerdo si siempre o en ocasiones, la problemática de la lateralidad.
Hasta aquí, los síntomas y el diagnóstico sólo los había percibido yo. Su familia nunca lo mencionó, ni lo menciona ¡cosas mías! me digo yo.
Así fue hasta este puente del Corpus, en que en el viaje a la Rivera Sacra compartí asiento con una amable muchacha... de mi edad.
Un viaje en autocar da para mucho, para largar mucho, y saqué la cuestión ¡lo requeriría el guión!
Cual sería mi gran sorpresa cuando me afirma, ella sola admitiéndolo, que confunde la derecha y la izquierda y que, también, tiene problema con determinadas palabras. Por ejemplo.... no recuerdo cual dijo, porque no llegó a pronunciarla bien.
Conclusión: hombre, 0. Mujer, 1. O=no aceptación, 1=aceptación
PAQUITA
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