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Fernando Broncano R 3/11/20
Johnny Deep ha sido condenado por tribunales de UK por haber golpeado a su ex-esposa Amber Heard. La autora de este artículo hace una reflexión muy interesante recordando lo que ha significado la figura de Deep y lo que significa esta noticia. A diferencia del finado Sean Connery, que siempre fue de macho alfa y defendió públicamente el pegar a las mujetes "cuando se ponen histéricas o perras", Deep, junto a Joaquin Phoenix y Keanu Reeves, emergió en los noventa como símbolo de otra masculinidad, a diferencia de los chicos de Beverly Hills, Leonardo di Caprio y Brad Pitt, más cercanos a Connery en cuanto figura. Estos nuevos personajes parecían más frágiles, vulnerables y con estratos de profundidad complejos, como si anunciasen la realidad de un cambio de cultura. La condena y otras noticias suyas son tristes (a la autora se le nota el haber sido fan suyo) por la fractura y fracaso de una narrativa, algo similar a lo que describe la serie The Boys, cuando un joven descubre la realidad de los superhéroes. Como si fuese un signo más de esta oleada de antifeminismo que recorre la cultura irritada contemporánea. No sirve de mucho que uno diga "no, yo no soy así". Ya no es suficiente. Es como si muchos años de luchas en donde muchas mujeres han educado con su actitud a muchos hombres estuvieran mostrando que casi nada ha cambiado bajo la superficie de lo políticamente correcto. En fin, uno no aprende nunca que los héroes de la pantalla son solo héroes de la pantalla.
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