(Publicado el Martes, 22 de Diciembre de 2009 por Pierre Miró en su blog www.elpobrecitoveedor.net/blog/ PAQUITA)
Entre fríos naturales y exagerados, algunas noticias tienen, todavía, la capacidad de causar estupor. En la primera, por ejemplo, el periódico se hace eco de lo que dice el periodista postrado, quien aseguró que no se cayó estando borracho, como habían declarado algunos policías, sino que: "Me dieron un golpe bestial por detrás que me levantó por los aires y me hizo volar tres metros".
Digo yo que alguien tiene que haber visto tamaña proeza. Nadie que haya volado tres metros en un bar, aunque fuese a las cuatro de la madrugada, puede pasar desapercibido así como así. Parece que alguien voló sobre el nido del cuco y, todavía, a estas horas del día de hoy, no ha aparecido nadie, o sea, nadie, que haya declarado a la tele, radio o periódico amigo, quién era ese alguien, cómo voló y, sobre todo, dónde estaba el nido del cuco. ¿Por qué no le preguntan a la lideresa y a otros cinco o seis periolistillos que, a juzgar por las acusaciones que hicieron al día siguiente del vuelo, sabían cómo se produjeron los hechos y quién había sido el instigador?
En la segunda se cuenta que la Generalitat Valenciana ha enviado una orden a sus funcionarios prohibiendo que reciban "bolsos y carteras de marca, jamones ibéricos y bebidas alcohólicas". El rostro de estos tipos es para nota. Extienden la mancha de las corruptelas al común del funcionariado para, así, quedar ellos/as limpios de polvo y paja. Pero, la cuestión es: ¿y qué hay de los trajes? ¿está permitidos aceptarlos o no? Y si lo están, ¿los podrá confeccionar milano bonito?
De la tercera no podría yo escribir nada mejor. Por eso es mejor que lo diga Boyero:
Hasta que los muy dignos dueños del blanco y el negro deciden en nombre de la pasta que lo más práctico es fundirse en claroscuro. Respetando en el impensable matrimonio, claro está, las esencias morales y la independencia informativa y expresiva de los que antes se buscaban la yugular y que han decidido ser cónyuges. Va a ser gracioso observar la luna de miel entre esas televisiones que estaban en racionales antípodas. Pero los profesionales, los que tienen lo que hay que tener, sienten estupefacción o tiemblan. Los trepas y los conversos vocacionales se parten de risa. El nuevo mundo les adora.
paquita on 30/Diciembre/2009 - 10:48
Demostración clara -esta fusión/maridage- de que dos que duermen en el mismo colchón -en este caso el del dinero- se vuelven de la misma condición ¡la pela es la pela! Besos
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