Jordi Sabaté 24 de septiembre de 2022
La legumbre en bote, ya sea garbanzo, alubia, guisantes o lenteja, se ha impuesto sin duda en la cesta de la compra. Lejos quedan los días en los que las tiendas de granel proliferaban en nuestras calles ofreciendo sus productos en cajas de madera y sacas de yute. Eran tiempos en que la legumbre se escogía con una pequeña pala y se pensaba en seco para luego verter en nuestra bolsa de la compra.
Las razones de dicho cambio de costumbres, o mejor dicho la razón, puesto que solo hay una, es obvia: nos ahorra mucho tiempo, al menos doce horas, en la hidratación y cocción, ya que no es necesario ni cocerlas ni ponerlas en remojo.
Salvo el tiempo de remojo y la molestia de poner una olla al fuego, no existe otra ventaja de este método que nos genera un importante residuo de cristal.
Pero más allá de esta circunstancia, el marcador juega a favor de la legumbre seca a granel los motivos que se especifican a continuación.
1. Ahorramos dinero
Con la legumbre de granel nos basta con pagar por el peso de la misma en seco para llevarla a casa y poder conservarla en un bote o directamente en bolsas en un estante, puesto que la cantidad de agua que conservan es apenas residual o nula, y eso le da una gran estabilidad frente a los microorganismos y las reacciones químicas que la podrían degradar.
En cambio la legumbre de bote, a pesar de su comodidad y su inmediatez en la cocina, suma a su precio el coste del bote, del etiquetado, del marketing de la empresa, de la estructura empresarial de la misma, así como de la distribución.
Todos estos costes resultan efímeros e innecesarios en una legumbre a granel, a la cual además podemos tener acceso desde productores locales,
2. Controlamos la cocción
Y la legumbre de bote siempre viene cocida según unos estándares prefijados, tanto por interés en su sus cualidades organolépticas como por razones de microbiología. No obstante muchas veces este punto de cocción deja su textura casi mantecosa, y la legumbre se deshace en la boca.
3. Controlamos el punto de sal
De cara a la salud cardiovascular, es importante que la proporción de sal total a largo del día no supere los 5 gramos. Así lo afirma la Organización Mundial de la Salud, OMS. Sucede a menudo que el líquido de gobierno de las legumbres de bote suele tener un porcentaje de sodio alto.
Este puede hacer subir la dosis diaria de sal que ingerimos, y que se fija en 2,5 gramos de sodio, que es lo mismo que los citados 5 gramos de sal, ya que esta se compone de cloro y sodio a partes iguales.
En las legumbres de bote, por las citadas razones de seguridad alimentara y conservación prolongada, el nivel de sal es alto. En cambio en el granel nosotros decidimos qué porcentaje de sal añadimos, que puede ser menor, ya que no van destinadas a la conservación sino al consumo (...)
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