LLUÍS AMIGUET 18/07/2023
Llevo 60 años ejerciendo la psiquiatría infantil, desde antes de que fuera especialidad, y he sido feliz formando a psiquiatras. Soy barcelonés: tengo tres hijos y cinco nietos. He tratado a más de un millar de personas con trastornos de alimentación, pero la lucha contra su tortura diaria también es cultural y nos implica a todos. (Foto: Llibert Teixidó)
Fue usted el primer psiquiatra infantil de España?
En el hospital Clínic de Barcelona fuimos pioneros en la especialidad en los sesenta, y es que no existía. De hecho, acaban de incluirla en el MIR.
¿Y quién trataba entonces a los niños con trastornos mentales?
Pues intentábamos colarlos en psiquiatría como si fueran adultos.
¿Cuál ha sido en sus... ¡60 años: bravo! de praxis médica la dolencia más habitual?
El impulso a la especialidad se lo dieron los trastornos de comportamiento alimentario. Hasta entonces la psiquiatría infantil se limitaba a tratar el autismo y las discapacidades.
¿Tan extendida estaba la anorexia?
Empezó a generalizarse en los años setenta y fue convirtiéndose en una epidemia...
¿Antes no había anorexia?
Había trastornos de alimentación, pero no tipificados... Y no han parado de crecer.
¿Lo social –culto al cuerpo– se ha convertido en patología individual: torturarlo?
Siempre ha existido esta patología, como demuestran monografías que documentan anorexias nerviosas en los siglos XIV y XVII. Por ejemplo, la de santa Catalina de Siena, que solo comía hierbas, que vomitaba, pese a que el obispo le pedía que comiera...
¿Su santidad era un trastorno mental?
Y fundó una orden religiosa, como buena anoréxica, de forma rígida y obsesiva. Están documentados también con rigor otros 150 casos, que se consideraban ayunos penitenciales, tanto que algunas morían ayunando.
¿Seguían una norma cultural, en este caso religiosa, o tenían predisposición genética?
Tenían una predisposición genética, que ese factor cultural religioso ayudaba a manifestar hasta convertirla en trastorno.
¿Hoy en vez de imitar estampitas de santas imitan las de top-modelsraquíticas?
El esquema vuelve a ser el mismo; pero además hay agravantes temporales, como la pandemia, que ha agudizado esos trastornos.
¿Tal vez porque la socialización, el contacto humano, mejora esas patologías?
O las empeora, depende. Son trastornos muy influidos por factores culturales…
¿La moda esquelética las explota?
En El cuerpo como delito explico cómo la delgadez femenina solo se empieza a considerar atractiva tras la Segunda Guerra Mundial y se convierte en normativa en los sesenta... ¡Y hasta ahora!
¿Es un canon que impone la clase alta cuando ya todo el mundo podía engordar?
En los sesenta, para engordar ya no hacía falta ser rico; pero una dieta equilibrada, en cambio, empezaba a no ser asequible para todos.
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PERROFLAUTAS DEL MUNDO: 18 de Julio, de Ángel Viñas
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