Este martes, cuando Paul Krugman puso a fin a más de 20 años de colaboración con The New York Times con un artículo titulado ‘Mi última columna: encontrar esperanza en una era de resentimiento’, las redes sociales estallaron en ataques contra el Nobel de Economía. Uno de los comentarios en X, reposteado por el dueño de la plataforma, Elon Musk, se burlaba de que por primera vez en su vida Krugman creaba un puesto de trabajo, al dejar su espacio vacante en el periódico. Buena parte de las críticas se centraban en eso: en que Krugman se ha dedicado toda su existencia a hablar y no a hacer. ¿Por qué si tanto sabes de economía no lo demuestras montando una empresa exitosa, eh?, le venían a decir. Algo parecido a lo que se suele comentar con sorna de los adivinos de la tele: Si conocen el futuro, ¿por qué no se ganan la lotería? (...)