diciembre 04, 2009

El Nido del Cuco: Blog Lit. F. José Hierro (2.6)

El nido del cuco. Blog Literario de la Fundación José Hierro cuco.getafe.es/ Autor del relato: Miguel Martín. Fecha:04/06/07 (Estupendo. PAQUITA)

Soy un pájaro especial, distinto, único entre los de mi especie, lo sé. Ya en la escuela hacía preguntas incómodas, me presentaba voluntario ante cualquier sugerencia y siempre llegaba tarde a clase (un defecto imperdonable entre los míos).

Con el paso del tiempo me he acostumbrado, incluso he desarrollado un sorprendente instinto afectivo hacia los que son como yo, raros, diferentes, desnaturalizados. Por eso estoy aquí en este bosque cibernético, alejado, inalcanzable…

La última vez que mi madre se decidió a visitarme, (tras muchas suplicas por mi parte), me encontró rodeado de amigos, contestando cientos de e-mails. Nuestra conversación se vio interrumpida docenas de veces por la música polifónica del móvil.
Mientras yo respondía a las llamadas, mi madre se mostraba inquieta, incómoda y no dejaba de mirar en todas las habitaciones. Desde luego yo sabía qué era lo que estaba buscando; también sabía que no lo iba a encontrar. Cuando se me acabó la batería del teléfono me dijo, con toda la zalamería del mundo, muy cuca ella:
-¿Querido, donde tienes tu reloj?
No supe qué contestar, no deseaba herirla, pero tampoco quería mentir. Posiblemente era el único cuco del mundo que no tenía un enorme reloj en la pared principal de su casa. En silencio recogió sus cuatro plumas en el regazo del ala y se dirigió hacia la puerta.
- ¿Cómo puedes vivir así? –me preguntó en el pasillo, con cara de estar deshecha.
- He encontrado mi nido, madre – la respondí.
Ella siguió su camino, estaba encantada de poder marcharse tan pronto, feliz de abandonar a su polluelo una vez más, pero también era una cuca bien educada, su naturaleza le obligaba a mostrarse cauta, a ocultar sus verdaderos sentimientos. Con lágrimas en los ojos, ya en el umbral de la puerta, se despidió:
- ¿sabes? –me dijo, mirándome como a un desconocido,- tal vez no debí abandonarte en un nido extraño.
Yo me quedé allí, sin saber que responder por primera vez en mi vida, contemplando su vuelo majestuoso en un cielo sin nubes, azul y espléndido.
Desde entonces continúo en mi nido, apreciado por mis amigos que me consideran un webmaster juicioso y dispuesto. Las entrada de mi blog continúan creciendo, me desnudo emocionalmente en cada mensaje, en cada consejo, soy un ser sincero, todos lo dicen.
Animo constantemente a todos los que me visitan a que hagan lo mismo, que me cuenten sus historias, que sean auténticos y mis amigos lo intentan pero me dicen que no es fácil, que no están acostumbrados.
- A mí me lo vais a contar –les replico a todos.
Y mientras, el buzón de mi portátil sigue piando, henchido de entradas y a punto de hacer estallar el disco duro.


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