LAURA G. DE RIVERA 31/12/22
Vecinos y científicos denuncian las actividad de máquinas cosechadoras de pinos en la parte aragonesa de la Vega del Tajo, hábitat de mariposas endémicas, Boletus, águilas, gatos monteses y otras especies protegidas.
Talas masivas amenazan el hábitat y las especies protegidas ...
"Meten unas máquinas procesadoras que trabajan día y noche y tiran todo lo que encuentran a su paso. Talan el 70-80% de los árboles. Están dejando todo masacrado", cuenta a Público Santiago González, "nacido y criado en Guadalaviar", uno de los pueblos de la Vega del Tajo-Muela de San Juan, en Teruel. Durante toda su vida, "como todos por aquí", Santiago ha trabajado en el monte: "Cortábamos los árboles de forma selectiva, marcábamos uno de cada diez". Es lo que en el lenguaje técnico se llama gestión forestal, que sirve para mantener un bosque sano, talando árboles viejos y dejando espacios para vegetación nueva. Hasta hace tres años, las cuadrillas usaban tractores pequeños para arrastrar los troncos y, para cortarlos, motosierra, una herramienta que permite respetar a los árboles de alrededor y sigue siendo el método empleado en la parte de los Montes Universales que pertenece a Castilla-La Mancha, en las provincias colindantes de Guadalajara y Cuenca. Allí, la misma zona del Alto Tajo es Parque Natural, con previsiones de convertirse en Parque Nacional.
Y es que el motosierro, como lo llaman allí, es mucho más manejable que la maquinaria pesada –procesadoras de 22 toneladas– que hoy invade los Montes Universales, en la parte de Teruel. "Están usando máquinas cosechadoras de pinos de 8 metros de cabezal que, para que sean viables, tienen que cortar 120 toneladas diarias de madera", cuenta a Público Javier Martínez, vecino de Guadalaviar y presidente de la asociación SOS Montes Universales. "Todo lo que pillan por delante lo machacan". En Griegos, un pueblo de 143 habitantes junto al puerto de Orihuela, los parroquianos hacen apuestas para ver quién encuentra un árbol con tronco grueso que aún siga en pie. "Los están cortando todos, es un desastre", responde a Público la dueña del bar.
"Están dilapidando nuestros recursos"
Según nos cuenta el ecólogo Fernando Prieto, director del Observatorio de Sostenibilidad, han cortado todos los pinos de 130 y 140 años. La razón es que los árboles más gruesos y los singulares –los que tienen alguna característica especial: asimétricos, con tronco bifurcado…–no entran en la máquina de trocear la madera. "Solo dejan los arbolitos rectos de 30 centímetros de diámetro, todos iguales, porque son más fáciles de procesar. Están transformando en serrín y pellet una zona que podría ser parque natural", denuncia.
La Consejería de Medioambiente de Aragón asegura que "no es una tala masiva, sino un tratamiento de masas forestales para su rejuvenecimiento y para adaptarnos al cambio climático, con bosques más resilientes a incendios o sequías", tal y como apunta a Público Diego Bayona, Director General de Ordenación Forestal de Aragón. "No hay que tener miedo a la tecnología y la maquinaria. Si nos permite hacer una mayor gestión en mayor superficie, bienvenida es", señala. Nos asegura que, "aunque parezca que es una explotación para obtener madera, el primer objetivo es mantener la funcionalidad del ecosistema. Además, sí estamos creando un beneficio económico para las entidades públicas y empleo local, mejor que mejor".
Sin embargo, los que viven allí no están muy de acuerdo. "Antes íbamos varios en una cuadrilla y vendíamos la leña a 60-100 euros la tonelada. Ahora va solo un chaval en la máquina que lo hace todo. Y están vendiendo la madera a 8 euros la tonelada. Están dilapidando nuestros recursos. Si el maderista compra a 8 euros lo que antes se vendía a 100, alguien se está enriqueciendo con eso y no somos nosotros", protesta Santiago (...)
..................
PERROFLAUTAS DEL MUNDO: A vueltas con la enseñanza: sobre la atención distraída, de Aurora Fernández Polanco
No hay comentarios:
Publicar un comentario