Nicolás Ribas / Marcelo Sastre
Eivissa —
Los afectados se quejan del ruido, de la corriente que provocan las aeronaves y de que el polvo y las hojas caen en sus casas. “El mismo helicóptero puede aterrizar varias veces en una misma mañana”, lamenta una trabajadora de la zona
— Activistas climáticos denuncian la proliferación de jets privados en Balears: “Es un derroche de energía tremendo”
El turismo de lujo está cada vez más presente en la isla de Eivissa. Durante las últimas temporadas turísticas, diferentes movimientos ecologistas y activistas climáticos han puesto el foco en las denominadas ‘emisiones de lujo’, es decir, aquellas que, por su actividad, generan los ultrarricos, como en el caso de los ‘jets privados’ o los megayates. En las últimas semanas, la asociación ecologista Amics de la Terra, alertada por residentes de la isla, ha denunciado públicamente el aterrizaje de helicópteros en suelo rústico, una actividad que solo se puede realizar bajo determinadas condiciones que limiten los impactos ambientales. “Es habitual ver el mismo helicóptero y alguno similar aterrizando en lugares que no son helipuertos autorizados, sino eventuales, donde según la legislación de aviación civil solo se puede aterrizar tres veces al mes —como helipuerto eventual—”, explica a elDiario.es Juanjo Torres, portavoz de Amics de la Terra. Unos aterrizajes que están teniendo lugar en diferentes puntos de la zona norte de la isla, entre ellos, Santa Gertrudis, Sant Llorenç y Santa Eulària des Riu. “Al principio, cuando escuchaba un helicóptero de estos, pensaba que había habido un incendio, pero luego salía de casa, veía un helicóptero blanco o negro, y no era del servicio de emergencias”, asegura Jèssica Ferrer, una vecina de la zona de Sant Llorenç. “Los vecinos llevan alertando sobre ello durante toda la temporada turística”, añade Torres, portavoz de los ecologistas, quienes han comprobado la situación in situ (...) - ...................
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