marzo 27, 2007

Poemas para no olvidar

Del blog de Naveganterojo titulado Matacucarachas, cuya página es:
http://naveganterojo.blogspot.com/
Publicado el martes 16 de enero de 2007: Poemas para no olvidar

Un poco de poesía de aquellos malditos años, algo para recordar, algo para pensar.
Dedicado a Alba y Alvaro, por su entrada relatando la memoria de una ancianita, pues ella me animó a indagar en la memoria histórica, y a Desi, amigo desconocido y "responsable" de que este blog exista.

Quiero olvidar. Quiero olvidar a este hombre que murió porque no opinaba como los míos. Quiero callar el suspiro sombrío de estas amapolas negras que crecieron sobre los cuerpos vencidos, estos cuerpos que yacen en el sepulcro del rencor, y que mueren cada día un poco más porque la misericordia tiene amnesia. Quiero olvidar estos seres desencarnados, estos ojos que veían la muerte, estos labios que presentían la tortura, estas manos que se agarraban aux barbeléx de los campos de la ignominia. Quiero olvidar a esta mujer que tuvo la culpa da amar al que no ganó la paz.
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(EL CRIMEN) Se le vió, caminando entre fusiles por una calle larga, salir al campo frío, aún con estrellas, de la madrugada. Mataron a Federico cuando la luz asomaba. El pelotón de verdugos no osó mirarle a la cara. Todos cerraron los ojos; rezaron: ¡ni Dios te salva! Muerto cayó Federico -sangre en la frente y plomo en las entrañas-. ...Que fue en Granada el crimen, sabed - ¡pobre Granada!-, en su Granada!... II (EL POETA Y LA MUERTE) Se le vió caminar solo con Ella, sin miedo a su guadaña. -Ya el sol en torre y torre; los martillos en yunque-, yunque y yunque de las fraguas. Hablaba Federico, requebrando a la Muerte. Ella escuchaba. "Porque ayer en mi verso, compañera, sonaba el golpe de tus secas palmas, y diste el hielo a mi cantar, y el filo a mi tragedia de tu hoz de plata, te cantaré la carne que no tienes, los ojos que te faltan, tus cabellos que el viento sacudía, los rojos labios donde te besaban... Hoy como ayer, gitana, muerte mía, qué bien contigo a solas, por estos aires de Granada, ¡mi Granada!" III Se les vió caminar... Labrad, amigos, de piedra y sueño, en el Alhambra, un túmulo al poeta, sobre una fuente donde llore el agua, y eternamente diga el crimen fue en Granada, en su Granada.
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Preguntaréis: Y dónde están las lilas?
Y la metafísica cubierta de amapolas?
Y la lluvia que a menudo golpeaba sus palabras
llenándolas de agujeros y pájaros?
Os voy a contar todo lo que me pasa.
Yo vivía en un barrio de Madrid,
con campanas, con relojes, con árboles.
Desde allí se veíael rostro seco
de Castilla
como un océano de cuero.
Mi casa era llamadala casa de las flores,
porque por todas partes estallaban geranios:
era una bella casa con perros y chiquillos.
Raúl, te acuerdas? Te acuerdas, Rafael?
Federico, te acuerdas debajo de la tierra,
te acuerdas de mi casa con balcones
en donde la luz de junio ahogaba flores en tu boca?
Hermano, hermano! Todo eran grandes voces,
sal de mercaderías, aglomeraciones de pan palpitante,
mercados de mi barrio de Argüelles
con su estatua como un tintero pálido entre las merluzas:
el aceite llegaba a las cucharas,
un profundo latido de pies y manos llenaba las calles,
metros, litros, esencia aguda de la vida,
pescados hacinados, contextura de techos con sol frío
en el cual la flecha se fatiga,
delirante marfil fino de las patatas, tomates repetidos hasta el mar.
Y una mañana todo estaba ardiendo
y una mañana las hogueras salían de la tierra devorando seres,
y desde entonces fuego, pólvora desde entonces, y desde entonces sangre.
Bandidos con aviones y con moros, bandidos con sortijas y duquesas,
bandidos con frailes negros bendiciendo venían por el cielo a matar niños,
y por las calles la sangre de los niños corría simplemente, como sangre de niños.
Chacales que el chacal rechazaría, piedras que el cardo seco mordería escupiendo,
víboras que las víboras odiaran!
Frente a vosotros he visto la sangre de España levantarse
para ahogaros en una sola ola de orgullo y de cuchillos!
Generales traidores: mirad mi casa muerta, mirad España rota:
pero de cada casa muerta sale metal ardiendo en vez de flores,
pero de cada hueco de España sale España, pero de cada niño muerto sale un fusil con ojos,
pero de cada crimen nacen balas que os hallarán un día el sitio del corazón.
Preguntaréis por qué su poesía no nos habla del sueño,
de las hojas, de los grandes volcanes de su país natal?
¡Venid a ver la sangre por las calles, venid a ver la sangre por las calles, venid a ver la sangre por las calles!
Pablo Neruda
Que nunca tenga nadie que volver a escribir en versos el sufrimiento de un pueblo.

1 comentario:

Naveganterojo dijo...

No sabia que te gustaban los poemas de la guerra incivil.
Cuando un amigo me propuso meterme de lleno en el tema,cogi algo de miedo,pues me parecia una tarea enorme,pero puesto que estaba en paro y tenia tiempo,me puse a ello.
Sinceramente fue brutal,leia y leia,y no me creia la mayoria de las cosas.
Nuestro pasado mas reciente,ese que quiere ocultar el`PP, DEBERIA CONOCERLE TODA LA GENTA JOVEN.
Se cometieron verdaderas barbaridades,de un lado y de otro,pero.... por desgracia gano el nazismo,y su guerra particular contra los españoles duro 40 años mas.
Seguimos esperando las disculpas de sus herederos,aunque viendo como se estan volviendo a organizar,y el orgullo de que hacen gala....
En fin amiga,que las elecciones los devuelvan a las catacumbas de las que nunca debieron salir.
Saludos