marzo 06, 2007

La vida y la muerte

Estábamos recien acabada la comida, en compañía de nuestros amigos de Zaragoza -parte de ellos (1)- cuando recibimos una llamada telefónica, el anfitritrión se puso serio, era uno de sus pocos primos que le comunicaba la muerte de su hermana mayor, más joven que yo misma, padeciendo desde 20 años atrás de una enfermedad cabrona complicada ultimamente con otra que no se le quedó corta.
Conocíamos de su empeoramiento desde meses atrás, mi pareja la había ido a ver en unas cuantas ocasiones a su casa.
Había organizado una velada en el Imax, sesión de las 7 de la tarde, así que adaptando el guión a los acontecimientos sobrevenidos salimos todos de casa y nos dirigimos al tanatorio de Leganés, donde estaba la fallecida.
Está situado en un pequeño cerro, como suelen ser estas cosas, se quedaron al sol y nosotros pasamos al edificio, es nuevo, orientado este-oeste con lo que le estaba dando el sol en la fachada posterior donde han puesto tres estanques, una buena idea el murmullo del agua.
Entramos a la sala, la madre, algo más joven que la mía, siempre entregada, la hermana que la seguía y el hermano. Eran cuatro, como nosotros, murió la mayor, como nosotros, no llegó a cumplir los 50, como mi hermano y mi primo. Es la vida ... es la muerte.
Afuera, en la zona ajardinada, estaba la hermana pequeña y el cónyuge de la finada ¡como suena! finada, que ha puesto fin.
Me comenta que ya descansa, que pidió que no alargaran su agonía inútilmente, que tuvo conciencia del fin, que dijo ... ya, que se despidieron, que fue una mujer fuerte, muy fuerte, pese a su debilitado organismo, que pese a haberse planteado lo de que ¿por qué a mí? no vivió amargada, los últimos meses sólo ansiaba llegar hasta el nacimiento de su nieto, lo consiguió, fue hace un mes largo, los quince días finales habían sido especialmente duros y tuvo que ser ingresada hospitalariamente.
Cuando regresamos al interior ya llegaron los hermanos de mi pareja, les comunicamos que debemos atender a los vivos, nos despedimos de todos y salimos. Fuera nuestros amigos han seguido el curso del sol -a la sombra hace frío-.
Habremos perdido casi toda la película sobre India, pero frente a tantas cosas pesarosas esto ... esto no es nada.
Y esta noche hay eclipse de luna, y estamos junto al Planetario, así que ... del cine a los telescopios, eso pensábamos, como todos los que integraban la enorme fila que nos encontramos. Digo de acercarme al inicio para ver de qué va aquello y un joven que está junto a mí, me interpela ¡eso se lo puedo decir yo! ¡pues venga! y nos lo cuenta.
Lo más espectacular será a las doce menos cuarto, aún no son las diez, se ve a simple vista ¡decidido! lo veremos desde el patio de mi casa, que es particular...
Esa misma noche leo que dentro del grupo de los onubenses también han tenido un deceso -que también se dice así- la mujer de uno de ellos, y la glosan unos cuantos, parece que fue buena gente, se llamaba Concepción. La mía Mª Jesús.
Carpe diem. Y si lo haces ejerciendo conscientemente de buena persona... mejor, mucho mejor.

PAQUITA

(1) una parte importante puesto que son los primeros, a los que dejamos a nuestra hija con dos años, allá en agosto de 1987, para salir "escopetados" en busca de auxilio médico, yo estaba sufriendo un ataque de apendicitis, ignorando lo que era aquello.

3 comentarios:

Dudu dijo...

Qué efímera resulta la vida, cuando pasa tan corriendo.

Anónimo dijo...

A cierta edad, la nuestra, la vida con su revés adjunto la muerte, es demasiado fuerte para ser asumida, aunque tú parece que lo llevas bien, en general a la mayoría nos supera, solo estamos ahí, acompañando como podemos, aturdidos...

Anónimo dijo...

PAQUITA..AQUÍ RENÉ
..CUANDO TENÍA VEINTE..SUPONÍAN LOS MÉDICOS QUE NO LLEGARÍA A LOS TREINTA
CUANDO TENÍA TREINTA..SUPUSE QUE IBA A VIVIR MÁS TIEMPO DE LO ESPERADO..Y ABANDONÉ TODO PARA VENIRME A LA MONTAÑA.
A LOS CUARENTA..YA HABÍA SUPERADO TODA EXPECTATIVA DE VIDA..Y PUBLIQUÉ MI PRIMERA NOVELA QUE TUVE QUE RETIRAR DEL MERCADO POR IRA UNA IMPRENTA EN LUGAR DE UNA EDITORIAL
ME FALTAN 3 AÑOS PARA LOS CINCUENTA
Y SIENTO QUE SÍ VALIÓ LA PENA VIVIR..ANQUE APRENDÍA A SONREÍR UN POCO TARDE..
SIENTO QUE LA VIDA ES EFÍMERA..FRÁGIL..Y NO LE APRECIAMOS A TIEMPO..
SIENTO EL SOPLIDO DEL VIENTO EN LA MONTAÑA..ALLÁ AFUERA..
LOS PERROS LADRAN..UN GRILLO CANTA..
EN UNAS HORAS LO HARÁN LAS AVES.
¡QUÉ MÁS SE PUEDE PEDIR PAQUITA?
JOHN KENNEDU SIEMPRE ESCRIBÍA EN UNOS PAPELITOS QUE LLEVABA EN SU BOLSILLO.."NO HAY TIEMPO QUE PERDER"
SUPONGO QUE ALGO INTUIRÍA DE SU TEMPRANA MUERTE..
ABRAZOS AMIGABLES ..AL CAER LA NOCHE EN UNA MONTTAÑA CHILENA..
RENÉ