http://blogs.cadenaser.com/lo-llevamos-crudo/2013/05/14/odio-a-los-indiferentes/
Ha muerto a consecuencia de las quemaduras la mujer que se prendió fuego a lo bonzo en su sucursal bancaria al grito de “¡Me lo habéis quitado todo!”. Os hablé de ella en febrero cuando sus angustias económicas y su desahucio la llevaron a quemarse viva. Se llamaba Inocencia y entonces escribí que era una trágica metáfora de lo que nos están haciendo: están quemando toda la inocencia, nos están quemando vivos.
Hoy me he enterado de su apellido y la metáfora se amplía: se llamaba Inocencia Lucha. Inocencia luchó con rabia y desesperación, aunque algunos me diréis que fue una irresponsable al dejar a tres niños huérfanos. Yo no me atrevo a juzgar a una mujer que lo ha perdido todo, hasta la cordura, porque no puede dar de comer a sus hijos. A costa de su vida, lo ha conseguido: el ayuntamiento y los servicios sociales de su localidad se han comprometido a hacerse cargo de ellos.
La muerte de Inocencia apenas ha salido publicada. Estamos demasiado ocupados hablando de que el presidente del Gobierno le ha dicho a Europa que está muy satisfecho con sus más de 6 millones de puestos de trabajo reducidos a cenizas. A la máquina de hacer dinero le hace muy feliz que desaparezcan los que no lo tienen.
Y me digo que los periodistas estamos corrompidos y equivocados si damos más importancia a las palabras huecas de un monigote que a una mujer que se quema viva porque ese monigote no hace nada para evitar su desahucio. Hablamos del precio pero no del valor de la vida. Y contribuimos a hacer una sociedad más podrida y equivocada, una sociedad más indiferente. Eso explica en parte por qué tanta gente sigue mirando la pantalla del televisor como si no pasara nada.
No podemos ser indiferentes. Una mujer se quema viva y deja tres huérfanos por un desahucio, más de 30 personas se han quitado la vida por esta misma causa en los dos últimos años, hay más de 6 millones de parados y el presidente dice que está satisfecho, Europa le pide más sacrificios, o sea, el Mercado pide más sacrificios humanos, Urdangarín multiplicó sus ingresos por 20 en 7 años, 32.000 personas perdieron su casa por impago solo en 2012, casi un millón de inmigrantes se han quedado sin atención médica, uno ha muerto, el gobierno ha abandonado a los dependientes, me escribe un amigo para decirme que el hospital donde trabaja su padre lo quieren privatizar, que si les puedo echar una mano, a mi hermano le quieren cerrar la universidad pública en la que da clases, el portero nocturno de mi casa antes trabajaba en un despacho de arquitectos…
Los periodistas no podemos ser neutrales ante esto. Si no haces periodismo de denuncia, no sé qué estás haciendo, escribió la periodista Elena Ponitowska a la que leo en el libro “Contra la Neutralidad” de Pascual Serrano que se abre con estas palabras de Antonio Gramsci:
Odio a los indiferentes. Vivir quiere decir tomar partido. Quien verdaderamente vive, no debe dejar de ser ciudadano y partisano. La indiferencia y la abulia son parasitismo, son bellaquería. Por eso odio a los indiferentes.
Los ciudadanos no podemos ser indiferentes, no podemos dejar que nos quemen vivos sin aullar. Tenemos que ser partisanos, como decía Gramsci, como cantaba Leonard Cohen. Inocencia Lucha. La revolución de Túnez que prendió la primavera árabe empezó así, con un hombre que se quemó a lo bonzo porque las autoridades le habían robado por enésima vez la pobre mercancía que tenía para vender y dar de comer a su familia, toda ella en paro. Como tantas familias españolas.
Me pueden decir que el 15M no se repetirá ni ha conseguido acabar ni acabará con este sistema. No lo sé. Solo sé que no puedo se indiferente. No puedo dejar de creer en lo que dice Leonard Cohen en su poema “Cualquier sistema”: “Cualquier sistema que montéis sin nosotros, será derribado”. Inocencia Lucha.
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