El Manzanares es un río poco caudaloso. A su paso por la capital apenas levanta unos centímetros sobre su cauce, aunque es suficiente para albergar desde hace años una variada población de aves, peces y tortugas entre la abundante vegetación nacida con la renaturalización de su entorno. Pero el pasado 2 de agosto la violenta tormenta que descargó sobre Madrid provocó un aumento súbito de su volumen de agua que también arrastró numerosos objetos a su paso, rodeando de basura a esta fauna.
Muchos de esos desperdicios seguían acumulados esta semana a lo largo del río, visibles desde cualquiera de sus paseos elevados. Los residuos se reunían especialmente en torno a uno de los aliviaderos que descargan agua de las alcantarillas en el río, con mayor actividad en episodios de fuertes trombas de agua como el de hace tres semanas. El situado junto al Puente de Praga ha estado especialmente sucio y en torno a él apareció en los últimos días una importante colonia de ratas, que se ha movido aguas arriba y abajo en busca de comida.
Su presencia era detectada por las numerosas personas que acuden cada día a refrescarse del calor de agosto en las fuentes de Madrid Río o a pasear entre las sombras de sus árboles. Este periódico ha podido comprobar la presencia a simple vista de más de una decena de ejemplares en el tramo que va desde el Puente de Arganzuela hasta el centro comercial, donde además se ha acumulado una importante cantidad de desperdicios. Vídeos grabados desde diferentes puntos del cauce demuestran cómo se mueven los roedores entre la suciedad y las basuras.
“Lleva más de dos semanas sin limpiarse la zona afectada”, asegura a este medio la concejala del PSOE Emilia Martínez, que recuerda la obligación legal del Ayuntamiento de Madrid a la hora de retirar los desperdicios en esta parte del Manzanares. Para ello, cita el Reglamento sobre el Dominio Público Hidráulico, que en uno de sus artículos deja clara la responsabilidad de limpiar estos vertidos.
“Tras un vertido por desbordamientos del sistema de saneamiento en episodio de lluvia y, en el caso de que éste produzca la acumulación de solidos gruesos o flotantes y otros tipos de residuos asociados al vertido en el tramo de cauce situado en el entorno inmediato de influencia de dicho punto, el titular de la autorización de vertido será responsable de su retirada”, reza el texto legal que, según la edil de la oposición, se ha saltado el consistorio.
Emilia explica la llegada de ratas a la zona por la acumulación de esta basura y añade que también está facilitando la aparición de insectos, que se alimentan de los desperdicios. Además, llama la atención sobre los esfuerzos del área de Medio Ambiente por mejorar otras partes del Manzanares mientras “abandona” esta: “La falta de mantenimiento y mejora de este punto de la red de alcantarillado resulta paradójica, cuando el Ayuntamiento pretende gastarse casi un millón de euros en iluminar un tramo de río”, dice en referencia al polémico proyecto de focos en el entorno del Puente Oblicuo, al que se oponen decenas de científicos por poder afectar a su fauna.
“¿Cuáles son las prioridades del gobierno municipal?... mostrar un Madrid irreal para los turistas y visitantes o mantener y mejorar la calidad de vida de todos los ciudadanos y del medioambiente urbano”, se pregunta la edil socialista.
Trampas para eliminar las ratas
Consultado por este periódico el Ayuntamiento de Madrid asegura que ya ha puesto trampas y medios para eliminar la presencia de ratas del cauce del Manzanares, a través del Departamento de Control de Vectores de Madrid Salud.
Las mismas fuentes añaden que el Ayuntamiento de Madrid efectúa “un gran esfuerzo para abordar el tratamiento de ratas” y destaca que ha aumentado el presupuesto hasta los más de dos millones de euros (el anterior contrato era de 1,2 millones). “Las poblaciones de ratas del alcantarillado se vigilan y tratan preventivamente”, explican desde el Gobierno de Almeida, lo que incluye atender los avisos que se reciben y desarrollar planes de prevención para todos los escenarios y especies de roedores posibles, tanto en espacios públicos como en infraestructuras, y canalizaciones.
También aclaran que en algunos periodos, como en la época estival, “siempre es más visible la presencia de ratas, ya que ante la escasez de alimentación y agua en el subsuelo -su hábitat habitual- salen a buscarlo a la superficie”.
En cuanto a la basura acumulada en el cauce del Manzanares, el área delegada de Limpieza asegura no tener registrada ninguna queja sobre acumulación de basura en ese punto, ni la empresa adjudicataria de la zona ha detectado un problema significativo en el entorno del Puente de Praga.
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