AINHOA LONGARES 26/8/2025
Premiado en Barcelona y Sevilla, su archivo es hoy un tesoro de la Fototeca de Huesca que muestra un Aragón que ya no existe
Sus más de 4.400 imágenes, hoy conservadas en la Fototeca de la Diputación de Huesca, son un tesoro etnográfico que inmortaliza un lugar que prácticamente ha desaparecido.
De la farmacia a la fotografía
Tras licenciarse en Farmacia en la Universidad de Barcelona en 1905, trabajó en localidades como Panticosa y Boltaña antes de instalarse en Huesca en 1921, donde abrió su propia farmacia en el Coso Bajo.
Sin embargo, más allá de las recetas, lo que realmente le atraía era la fotografía. Sus conocimientos de química le facilitaron el revelado y su afición a la pintura le ayudó a cuidar la composición de sus imágenes. Compairé recorrió valles como el de Ansó, Hecho, Tena o Benasque para retratar tradiciones, fiestas religiosas, artesanos en su trabajo o niños jugando en las calles, además de inmortalizar paisajes pirenaicos.
Su talento fue reconocido en su época. En 1929 expuso más de un centenar de fotografías en la Exposición Internacional de Barcelona, donde obtuvo el primer premio en la sección de Etnografía. Ese mismo año, en el Salón Iberoamericano de Sevilla, recibió la medalla de oro en la categoría de Arte Fotográfico.
Años más tarde, en 1941, volvió a ser distinguido con el primer premio de la Dirección General de Turismo en Madrid por sus imágenes del Pirineo aragonés.
Aún así, Ricardo no se limitó a la fotografía fija. En 1935 rodó varios documentales en 16 mm, como Danzantes de Sena, Procesión de San Lorenzo en Huesca, Procesión de Santa Orosia en Jaca o Una boda en Ansó.
Un archivo salvado de la guerra
Durante la Guerra Civil decidió proteger su archivo y lo trasladó al sótano del castillo de Borja. Aquella decisión resultó clave para que miles de imágenes no se perdieran en el conflicto y gracias a ello, hoy sigue intacto.
En 1989 la Diputación Provincial de Huesca adquirió la mayor parte de su archivo, unas 4.430 fotografías. Desde entonces se conservan en la Fototeca y están clasificadas por temáticas: paisajes, retratos, costumbres, artesanías o fiestas.
Compairé no fue únicamente un fotógrafo, sino un cronista visual de Aragón. Supo mostrar la vida rural y la belleza de los pueblos pirenaicos, dejando un testimonio imprescindible. Su trabajo lo ha convertido en pionero de la fotografía etnográfica en España.
Exposiciones como “Ricardo Compairé. Registro de un tiempo”, organizada por la Universidad de Zaragoza y la Diputación de Huesca, devuelven su figura a la actualidad.
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