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La historia falseada, de Lidia Falcón
(...) líneas que merecen más un libro, para
desmontar la falsa historia que están contando los independentistas para
apoyar sus demandas.
1.- Cataluña es el nombre de un territorio, como tantos otros, no
de una persona, y como tal no tiene derechos. Los derechos los poseemos
los hombres y las mujeres del mundo. Y son iguales para todos –o
deberían serlo.
2.- Los orígenes genéticos y raciales no diferencian a los seres
humanos. El racismo es un invento de los más reaccionarios de las clases
dominantes para sojuzgar a los esclavos y a los pueblos colonizados.
Todos tenemos el mismo origen: la mona Lucy que se encontró en Etiopía. Y
nuestro mapa genético es idéntico, y muy poco diferente del de los
primates.
3.- Es falso que el pueblo catalán se enfrentara a Castilla y al rey
Felipe V en 1714, reclamando la independencia. La Guerra de Sucesión, a
la muerte de Carlos II sin heredero, fue una guerra dinástica como
tantas de la época, para hacerse con el trono de España. Enfrentando a
la monarquía francesa con la austríaca. Todas las casas reinantes
querían entonces hacerse con el trono de España que era la primera
potencia mundial. Intervinieron en ella los ejércitos de Austria,
Francia, Inglaterra, Holanda, Italia, España, unos a favor del Habsburgo
y otros del Borbón. Y si la Generalitat de Catalunya apoyó al
austríaco, que representaba además en aquella época la monarquía más
reaccionaria, otros territorios, como el de Cervera, apoyaron al
francés. Y en esa disputa la mayoría del pueblo catalán quedó al margen,
obligado por sus gobernantes, clérigos y Ejército a alistarse en las
tropas para defender sus intereses, cuando lo que deseaba era librarse
de la servidumbre y la explotación.
4- Es falso también que Catalunya haya sido nunca independiente. Catalunya formaba parte del reino de Aragón.
5.- El decreto de Nueva Planta de Felipe V que abolió los Fueros de
Cataluña. se enfrenta al feudalismo, inaugurando la etapa de
construcción del nuevo Estado moderno.
6.- Ese decreto no significó hundir a Cataluña en la represión y la
miseria, sino todo lo contrario: como anuló los acuerdos que había
firmado Fernando con Isabel, permitió a los burgueses catalanes ampliar
su comercio a las colonias americanas. Henry Kamen explica que
“Cataluña siguió siendo una región importante, próspera y floreciente, el territorio más rico de España”.
7.- Lluís Companys no declaró la independencia de Cataluña ni en 1934
ni en 1936. Declaró el Estat Catalá dentro de la República Española.
8.- Los trabajadores, las mujeres, los militares, los intelectuales,
de Madrid y de toda España que lucharon en defensa de la II República lo
hacían también por el Estatut de Cataluña.
9.- El pueblo de Madrid que luchaba contra el fascismo lo hacía también por defender el Estatut de Cataluña.
10.- Los trabajadores catalanes, republicanos, anarquistas,
socialistas, comunistas, se levantaron en armas el 18 de julio de 1936
contra el golpe militar, y crearon el cuerpo de voluntarios que fueron a
intentar liberar Zaragoza y siguieron hasta Madrid, donde muchos dieron
su vida defendiendo la capital de la República. Entre ellos el
dirigente anarquista Buenaventura Durruti. Ellos no se equivocaban,
sabían el que único enemigo era el fascismo.
11.- Durante la dictadura los comunistas catalanes no nos planteamos
nunca la independencia de Cataluña. La consigna que defendíamos era
“llibertat, amnistía y Estatut de Autonomía”, que era el de 1932,
aprobado por las Cortes republicanas.
12.- Ni los españoles ni los madrileños padecieron nunca ninguna
catalanofobia. Barcelona siempre fue el ejemplo del mayor desarrollo
industrial y mercantil, artístico, cultural, científico, de nuestro
país, admirada por todas las demás personas que vivían en España.
13.- No es cierto que el 80% de los habitantes de Cataluña quieran el
referéndum sobre la independencia. Es otra falacia de los gobernantes.
Hay que conocer al pueblo que vive en Barcelona y su conurbación
industrial para saber que la mayoría ni quería modificar el Estatut,
promovido por Maragall y origen del actual conflicto –votó menos del
50%- ni le importó la sentencia del Tribunal Constitucional ni quiere
ahora esas aventuras. Solamente la ley electoral ha permitido que los
partidos independentistas formen gobierno.
14.- El derecho de autodeterminación -libre determinación en lenguaje
internacional- aprobado por el acuerdo de Woodrow Wilson y Lenin, al
terminar la I Guerra Mundial, se refiere a los países colonizados por
las potencias colonizadoras. Nadie en sus cabales puede creer que la
situación de Catalunya –mejor dicho de los catalanes- es como la del
Sáhara bajo la opresión de Marruecos o la isla de Timor bajo Indonesia o
la de la India o Kenia bajo el imperio Británico.
15.- Y por supuesto, nadie puede reclamarse de izquierdas planteando
divisiones y separaciones entre los trabajadores. Porque esas solo
benefician a la burguesía. Lo importante, no es si eres catalán o
castellano sino si eres amo o esclavo. Y planteando la independencia de
Cataluña del resto de España se consigue la atomización de un país que
había llegado a un nivel aceptable de convivencia y solidaridad entre
sus pueblos.
16.- Es inadmisible que se diga que Cataluña tiene una situación
económica peor que el resto de España. Posee la segunda renta per cápita
más alta después del País Vasco –ya sabemos por qué. Y si existe un
déficit entre lo que produce y recibe es lógico. De la misma manera que
los ricos pagan –o deberían pagar- más impuestos que los pobres, si
todavía creemos en la redistribución solidaria como conquista de la
izquierda. Esta es la reclamación de la independencia de los ricos.
Solamente el ejemplo de Yugoslavia podría hacerles reflexionar a los
irreflexivos defensores de la independencia de Cataluña. Un hermoso y
próspero país, que había logrado la paz y la federación después de la II
Guerra Mundial, y estaba construyendo el socialismo, convertido en un
mosaico de minúsculos Estados pobres y dependientes totalmente del
Departamento de Estado de EEUU. Claro que hay quien dice que Cataluña
sea otro Luxemburgo, otro paraíso fiscal entre Francia y España, bajo la
potestad de la OTAN.
Es inaceptable que para conseguir ese objetivo se plantee un
referéndum. Que, como todos, sería organizado, defendido, publicitado,
con todos sus medios, por ese gobierno catalán, encubridor de las
mayores tropelías de sus antecesores, para ganarlo.
Y, para que nadie se llame a engaño: yo soy catalana. Aunque hija de
emigrantes, como tres millones más de los ciudadanos de aquella
Comunidad que con nuestro trabajo y nuestra plus valía hicimos rica y
grande a la burguesía catalana.
La izquierda española, si despierta de este hipnotismo y es
suficientemente valiente para denunciar el engaño de los
independentistas catalanes, debe dedicarse a unir a los trabajadores y
mujeres de toda España contra los enemigos comunes: la Monarquía, el
Capital y el Patriarcado.
Y mientras no tome ese camino, quedará derrotada y sin impulso para
dirigir las fuerzas que tienen que alcanzar el poder para transformar el
país.
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