Mientras
la superficie de regadío, que fertiliza intensivamente, pasó de 170.000
a 190.000 hectáreas, el consumo de agroquímicos de nitrógeno creció un
30%
Los restos terminan en el humedal alimentando la multiplicación de algas y plantas superficiales que anulan la vida en el fondo y destrozan el ecosistema del Mar Menor
El desarrollo de la agricultura ha hecho que suponga el 5,5% del PIB murciano, el doble que en España y emplee a más de 74.000 personas, el 12% de los ocupados
Los restos terminan en el humedal alimentando la multiplicación de algas y plantas superficiales que anulan la vida en el fondo y destrozan el ecosistema del Mar Menor
El desarrollo de la agricultura ha hecho que suponga el 5,5% del PIB murciano, el doble que en España y emplee a más de 74.000 personas, el 12% de los ocupados
ESPECIAL: Mar Menor, historia profunda de un desastre
El modelo de agricultura intensiva de regadío
desarrollado en la Región de Murcia en general y alrededor del Mar Menor
en particular ha conllevado que el consumo de fertilizantes a base de
nitrógeno creciera un 30% en la última década. Los restos de estos
agroquímicos que llegan al humedal son la causa principal del "colapso
ambiental" que padece la laguna. La muerte masiva por asfixia de peces y
crustáceos del pasado fin de semana es solo el último episodio de un
largo historial de degradación.
La agricultura es un
sector económico crucial en la comunidad autónoma y se ha volcado con
fuerza en el sistema de regadío (más del 40% de la superficie total
dedicada a cultivos). Si en 2007 había 170.307 hectáreas en este
sistema, en 2018 se había pasado a 190.027 hectáreas, según la encuesta de superficies y rendimientos de cultivos del Ministerio de Agricultura (...)
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