noviembre 18, 2019

Eatings animals: muerte para hoy, hambre para mañana

Paquita Caminante ·     eldiario.es    Laura L. Ruiz  

El Another Way Festival trae a España el documental producido y narrado por Natalie Portman que expone la deriva catastrófica que la industria alimentaria está llevando desde los años 50



¿Podría imaginar el fundador de Kentucky Fried Chicken que habría millones de personas comiendo su 'receta original' desde Corea hasta Ecuador? Desde luego, cuesta imaginar que cuando el coronel Harland Sanders empezó a servir pollo frito en su gasolinera de Corbin en plena Gran Depresión pudiera planificar que el consumo de este ave se dispararía a los números récord de ahora, según los cuales en 2016 cada estadounidense comió casi 42 kilos de pollo. Un consumo que está aumentando en la carne de muchos otros animales, como las vacas o los cerdos, y cuya cría tradicional sería totalmente insuficiente para cubrir la demanda actual. En ese punto es precisamente donde el documental Eating animals centra su discurso. Se trata de una película producida y narrada por la actriz y activista por los derechos animales Natalie Portman que se podrá ver el próximo 26 de octubre dentro de la Sección Oficial del Another Way Festival. Un festival sobre sostenibilidad e impacto climático que no olvida los derechos animales.
Eating animals está muy centrada en Estados unidos, que es donde más demanda existe de consumo de cuerpos de animales y donde se llevó a cabo la mayor transformación en las últimas décadas del siglo pasado. El ejemplo más claro: los pollos broiler. Se trata de una raza creada para producir carne lo más rápido posible. Si en 1950, un pollo tardaba 90 días en engordar lo suficiente para su comercialización, esta raza es llevada al matadero con 45. No solo eso, sino que en lugar de pesar casi 2 kilos, en la actualidad los pollos boiler pueden alcanzar más de 4 kilos siendo aún crías. De hecho, sus patas no aguantan y llegan a quedar inmovilizados antes de ser sacrificados. La productividad es otro de los argumentos de la industria para seguir esta práctica, ya que el 80% de los pollos de esta raza que se matan al año en Estados Unidos (unos 42.000 millones) pertenece solo a cuatro empresas (Aviagen, Cobb-Vantress, Hubbard Farms, Hybro). En España, se venden crías a 1,55 euros.
Con el hilo del capitalismo por encima de cualquier consideración en la soberanía alimentaria, Eating animals desgrana otros efectos del 'todo vale'. El cambio climático aparece en numerosas ocasiones, y es que es inevitable pensar en el impacto ecológico de las macrogranjas. La contaminación del agua afecta no solo a territorios cercanos -al filtrarse al suelo y a los acuíferos- sino que puede tener consecuencias a kilómetros de distancia. Es el ejemplo de lo que ocurre en Carolina del Norte, donde en los años 90 miles de peces aparecieron muertos en el río Tar/Pamlico y el actual grado de contaminación de su ensenada costera es reseñable (...)
El documental denuncia también la falta de transparencia y la inversión que hacen las grandes corporaciones para tapar lo que realmente ocurre al otro lado de sus muros (...) 

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