Paquita Caminante · eldiario.es Raúl Rejón - 2/02/2020
Un
litoral cada vez más débil por el urbanismo y las infraestructuras
obliga a destinar repetidamente fondos públicos de emergencia para
paliar los daños
Cuando las olas, el viento, la lluvia –y el foco
mediático– se retiran quedan los destrozos: playas menguadas,
construcciones abatidas, cosechas anegadas... Una costa que a base de
urbanismo e infraestructuras se ha convertido en cada vez más vulnerable
obliga a gastar un buen pellizco de dinero público para paliar los
estragos causados cuando arrecia un temporal como Gloria. Solo en los
últimos seis años la sucesión ha obligado al Gobierno español a gastar
125 millones de euros en obras de urgencia.
La secuencia de planes litorales
en los últimos años ha sido la siguiente: los temporales de febrero de
2014 en el noroeste (desde Gipuzkoa a Pontevedra) exigieron 35 millones.
En 2015, otros 21,2 millones. Las galernas de noviembre y diciembre de
2016 entre Catalunya y Cádiz derivaron en el Plan Litoral 2017 dotado
con 16,5 millones. Los temporales de febrero y marzo de 2018 supusieron
40,9 millones en obras desde Tarragona a Huelva, Melilla y Canarias. Las
reparaciones de la DANA de septiembre de 2019 cuentan con 11,4
millones. Y queda por presupuestarse el plan que intente restañar el
paso de Gloria (...)
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