Yo,
como que ahora estoy más tranquilo... ya no me siento culpable por esa
vez, cuando pasé de largo al ver aquél coche recién accidentado en
aquella carretera solitaria... ya no tengo remordimientos por no haber
dejado entrar en mi portal a aquellos que huían de un loco con un
cuchillo... ahora siento que hice bien todas aquellas veces en las que
pudiendo salvar a alguien desesperado he preferido sacármelo de encima a
golpes con la honesta intención de que comprenda algo importante... soy
un español que cumple con las leyes españolas y europeas, respetable y
solidario... pero no a cambio de nada.
Estrasburgo ampara las «devoluciones en caliente» y abre la vía a que el Gobierno no las derogue
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