QUE NOS CUENTE AHORA:
Era cuestión de matemática pura. Uno de los presentes en Colón el otro día ha terminado en el hospital con COVID. Por la saturación con la que llegó era candidato a UCI. No sé cómo habrá sido la evolución, si finalmente necesitó respirador, si sigue ahí, luchando por su vida, más bien si siguen ahí salvándole la vida. Pero, con suerte (las matemáticas también están de su lado) saldrá. Cuando lo haga sería interesante recabar su opinión. Saber si tiene fuerzas para otro bote, bote, aquí no hay rebrote, sobre si las mascarillas son una intolerable e insoportable intromisión en nuestra libertad y un largo etcétera de preguntas que os ahorro. Como no soy futurólogo, de hecho soy la antítesis de, no puedo adivinar las respuestas, pero seguro, seguro, que son más interesantes para la humanidad en su conjunto que lo que fue a salvar con su presencia en la mani negacionista. A mí me molestan las mascarillas, y mucho; y se hace duro no abrazar a mis mayores o que mis hijos lleven meses sin dar un achuchón a las abuelas... pero cada vez que me voy a poner la mascarilla, antes de decir menuda mierda, me acuerdo de como los enfermeros con los que he hablado en estos meses me contaban eran sus agotadoras jornadas laborales, horas de sudor y angustia y vuelta a empezar, y entonces me parece muy, pero que muy poquito, la parte que me ha tocado de esfuerzo en esta historia. Yo no me quejaré.
Era cuestión de matemática pura. Uno de los presentes en Colón el otro día ha terminado en el hospital con COVID. Por la saturación con la que llegó era candidato a UCI. No sé cómo habrá sido la evolución, si finalmente necesitó respirador, si sigue ahí, luchando por su vida, más bien si siguen ahí salvándole la vida. Pero, con suerte (las matemáticas también están de su lado) saldrá. Cuando lo haga sería interesante recabar su opinión. Saber si tiene fuerzas para otro bote, bote, aquí no hay rebrote, sobre si las mascarillas son una intolerable e insoportable intromisión en nuestra libertad y un largo etcétera de preguntas que os ahorro. Como no soy futurólogo, de hecho soy la antítesis de, no puedo adivinar las respuestas, pero seguro, seguro, que son más interesantes para la humanidad en su conjunto que lo que fue a salvar con su presencia en la mani negacionista. A mí me molestan las mascarillas, y mucho; y se hace duro no abrazar a mis mayores o que mis hijos lleven meses sin dar un achuchón a las abuelas... pero cada vez que me voy a poner la mascarilla, antes de decir menuda mierda, me acuerdo de como los enfermeros con los que he hablado en estos meses me contaban eran sus agotadoras jornadas laborales, horas de sudor y angustia y vuelta a empezar, y entonces me parece muy, pero que muy poquito, la parte que me ha tocado de esfuerzo en esta historia. Yo no me quejaré.
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PERROFLAUTAS DEL MUNDO: Toda la derecha española es una inmensa y gran mentira
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